Washington, Estados Unidos AFP
La frágil tregua entre Trump y los dirigentes de su partido estuvo muchas veces a punto de derrumbarse desde su victoria en las primarias en mayo. Sin embargo, se mantuvo más o menos bajo control, a pesar de las discrepancias en la convención de investidura en Cleveland hace dos semanas.
Hasta ahora, la mayoría de los legisladores republicanos, así como los dirigentes del partido, siguen apoyando, al menos en los papeles, a Donald Trump o afirmando que no votarán por él ni por Hillary Clinton.
Malestar
Pero la reacción del candidato a las críticas del padre de un soldado musulmán estadounidense muerto en combate en 2004 en Irak llevó a varios republicanos a romper con él y poner en evidencia el creciente malestar entre los conservadores con el magnate inmobiliario.
El riesgo para el Partido Republicano es la dispersión del voto conservador en las elecciones presidenciales y legislativas del 8 de noviembre, mientras que Hillary Clinton dispone del apoyo incondicional de todo el aparato demócrata y del presidente saliente, Barack Obama.
La preocupación de los republicanos se centra en que Trump optó por mantener una escalada verbal para responder a Khizr Khan, un estadounidense nacionalizado de origen paquistaní cuyo hijo, Humayun, capitán del Ejército, murió en combate en Irak en 2004. Khan denunció en el estrado de la convención demócrata el discurso anti-musulmán de Trump.
Sacrificios
En respuesta, Donald Trump señaló que había sido injustamente atacado e insinuó que la esposa de Khan se había mantenido en silencio en el estrado junto a su esposo porque, como mujer musulmana, no tenía derecho a hablar. También aseguró que él había hecho grandes sacrificios en su vida.
El presidente del Partido Republicano, Reince Priebus, está, según la cadena ABC, furioso con esta nueva polémica generada por el magnate.
Dan la espalda a candidato
Las defecciones se incrementaron tras el fin de las primarias: Brent Scowcroft, exasesor de seguridad del presidente George H. W. Bush; Richard Armitage, exsecretario de Estado adjunto del presidente Bush hijo; Hank Paulson, exsecretario del Tesoro del mismo presidente, y varios exlegisladores anunciaron que votarán por Clinton.
Algunos republicanos participaron en la convención demócrata, como Michael Bloomberg, exalcalde republicano de Nueva York, que se convirtió en independiente.
Hillary Clinton intenta atraer a personalidades republicanas a sus filas.