En su informe mensual, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) reajustó al alza los pronósticos para 2016, al esperar un aumento de 1,31 por ciento en la demanda mundial, hasta situarse en 94,26 millones de barriles diarios (mbd).
A juicio del cartel, el invierno en el hemisferio norte y la reducción de los “incentivos económicos para almacenar crudo”, deberá contribuir al esperado equilibrio del mercado.
Cálculos internacionales indican que el precio del petróleo declinó casi un 15 por ciento en julio debido fundamentalmente al exceso de oferta de crudo y productos destilados.
“El crudo barato hizo que las refinerías elaboraran más productos refinados en todo el mundo, sumándose a un mercado con superávit”, evaluó la OPEP.
Para el caso de Arabia Saudita, la entidad reconoció un importante ascenso del bombeo en julio frente a la cifra de 10,55 mbd durante el mes anterior, lo que también superó un récord previo de 10,56 mbd alcanzado en junio de 2015.
Mientras Iraq, el segundo mayor productor de la OPEP, también aumentó su producción en julio, confirmó el reporte.
Analistas financieros consideran las existencias de gasolina y diésel llegaron a niveles máximos a escala global, lo cual podría frenar los actuales ritmos de producción ante el déficit de capacidad para el almacenamiento.
Si bien el mercado petrolero suma dos años con exceso de oferta, la abundante disponibilidad de los surtidos refinados resulta una situación relativamente nueva como resultado del aumento de la actividad en las refinerías en 2015 y 2016 para sacar provecho a los bajos precios del crudo.