Bolt, quien ya se hizo con todos los títulos de velocidad en los Juegos de Pekín-2008 y Londres-2012, y busca repetir la hazaña por tercera vez consecutiva, entró en la meta por delante del estadounidense Justin Gatlin (9.89), que se hizo con la plata, y el canadiense André de Grasse (9.91), que logró el bronce.
Bolt, que cumplirá 30 años el 21 de agosto, el día en que se clausuran los Juegos cariocas, ya había avisado de sus posibilidades en semifinales con el mejor tiempo (9.86), que en ese momento era también su mejor marca de la temporada.
Gatlin, de 34 años, que llegaba con los dos mejores tiempos de la temporada (9.80 y 9.83), sucumbió una vez más, igual que en Pekín-2015, cuando llegó con los registros más destacados y tuvo que conformarse con la plata en las tres pruebas de velocidad, detrás de Bolt.
Tras llegar a Brasil con solo dos carreras en su haber esta temporada, debido a una lesión, Bolt volvió a ganar.
El jamaiquino había tenido una lesión muscular el 2 de julio en las selecciones de su país y estuvo tres semanas de baja. Regresó cuando quedaban poco más de 20 días para el inicio de los Juegos, ganando los 200 metros de la reunión de la Liga de Diamante de Londres.
Con su victoria en los 100 metros de Río-2016 demostró que es un campeón eterno. Desde los Juegos de Londres-2012 llega a los grandes eventos con muchas dudas, con peores marcas que sus rivales y acaba ganando. Así ocurrió también en los Mundiales de Moscú-2013 y Pekín-2015.
Triplete de velocidad
A Río 2016 llegaba con la cuarta mejor marca del año, en la única carrera de 100 metros que había corrido, el pasado 11 de junio, con 9.88.
Bolt puso la primera piedra de su objetivo, un nuevo triplete en la velocidad, como los que consiguió en Pekín-2008 y Londres-2012 o los Mundiales de Berlín-2009, Moscú-2013 y Pekín-2015.
Ahora le esperan a partir de este martes las eliminatorias de los 200 metros, su prueba favorita, donde Gatlin tiene de nuevo la mejor marca del año, y desde el jueves el relevo 4×100 metros.
Bolt, con tantos tripletes a sus espaldas, no necesita agrandar su leyenda, pero parece empeñado en demostrar que es eterno, sobre todo cuando cumple 30 años, que parece una edad próxima a la jubilación en el atletismo.
En Río 2016 cuenta con el apoyo del público, que lo ovacionó antes de la carrera, mientras abucheaba a Gatlin, quien purgó dos castigos por dopaje en 2001 y 2006, de uno y cuatro años respectivamente.
Este triunfo en 100 metros supone una victoria moral para Bolt en su lucha con Gatlin, en espera de los 200 metros, la prueba favorita del jamaiquino.