El proyecto de ley busca armonizar los deberes de protección al medioambiente y protección a la cultura, para garantizar la vigencia de los principios constitucionales en los espectáculos taurinos y las actividades relacionadas con los mismos, al tiempo que establece la obligación de garantía de “protección de los animales frente a cualquier forma de maltrato o crueldad”.
La iniciativa advierte que “la expresión artística no puede comportar maltratos y no es óbice para el cumplimiento de los deberes del Estado y los particulares en punto de la protección animal”.
Modifica la norma que establece las atribuciones de los concejos municipales y distritales con la inclusión de una nueva competencia para decidir la continuidad de espectáculos taurinos y las actividades relacionadas con los mismos, siempre y cuando estas corporaciones realicen un cabildo abierto previo.
El proyecto de ley también establece la prohibición a las autoridades públicas para destinar recursos públicos a la realización de espectáculos taurinos y de actividades relacionadas con los mismos.
La norma extrae del ordenamiento jurídico todas aquellas expresiones contenidas en la Ley 916 de 2004 (Reglamento Nacional Taurino) que comportan maltrato, sufrimiento y tortura animal.
El alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, apoya este proyecto y acompañó este jueves al senador Carlos Fernando Galán a radicarlo en el Congreso. La idea es que los toros no sufran durante las corridas y que cada ciudad pueda decidir si quiere que estos espectáculos se lleven a cabo o no.
“Siempre he expresado mi desacuerdo con las corridas de toros y con que se maltrate a los animales. En Bogotá hay un enorme rechazo a las corridas y a que se maltraten los animales y este proyecto acoge ese clamor ciudadano”, explicó el alcalde Peñalosa.
El proyecto apunta a tres objetivos principales: que los toros no mueran ni sean maltratados en esos espectáculos; que los Concejos municipales puedan prohibir las corridas en las ciudades; y que no haya recursos públicos en esos espectáculos.
“Buscamos que esto sea un primer paso para la eliminación de las corridas de toros en los municipios que así lo deseen”, aseguró Peñalosa.
“Este es un proyecto muy cuidadoso, que ha sido respetuoso de las normas, de los fallos constitucionales y quiere encontrar un camino para evitar que haya ceremonias que le causen dolor a los animales”, agregó el mandatario, quien invitó a los jóvenes a respaldar la iniciativa.
Por su parte, el senador Galán señaló: “Consideramos que el proyecto va en la dirección correcta de lo que quieren los colombianos”.
Artículo clave del proyecto de ley
Artículo 6°. Deróguense los siguientes artículos, incisos, expresiones y definiciones de la Ley 916 de 2004:
2. Las definiciones de afeitado, arpón, banderillero, barrenar, despitorradas, descabellar, desolladero, espada, estoque, farpa, picador, pinchazo, puntillero y puya; así como las expresiones “y dar muerte a su toro” en la definición de alternativa; “y especialmente, a herir al toro con el rejón, quebrándoselo por la muesca que tiene cerca de la punta” en la definición de rejoneo; la palabra “muerte” en la definición de tercio; todas en el artículo 12.
3. Las expresiones “Un inspector de puyas y banderillas con suplente” de los literales a). y b). del artículo 26; “serán de doble arpón de 80 milímetros de largo, de los que 30 milímetros serán destinados al arpón que tendrá una anchura máxima de 16 milímetros” del artículo 46; “Si esta operación se dificulta entorpeciendo la marcha del espectáculo, el presidente podrá autorizar el sacrificio de la res en la plaza por el puntillero y, de no resultar factible, por el espada de turno” del artículo 46; “Así mismo, procederá en el tercio de banderillas cuando sea ejecutado por la espada de turno y durante la faena de muleta cuando esta merezca tal premio.” del artículo 56; “la concesión de una o dos orejas del toro que haya lidiado” y “Únicamente de modo excepcional a juicio de la presidencia de la corrida, podrá esta conceder el corte del rabo de la res” en el artículo 71;…
El proyecto fue radicado por el senador de Cambio Radical, Carlos Fernando Galán.