Todo está listo para que este jueves a las 11a.m., el presidente Juan Manuel Santos y “Timochenko”, jefe de las Farc, firmen en Bogotá el nuevo acuerdo de paz que se selló el 12 de noviembre en Cuba e incluyó varias de las propuestas del No tras la derrota del plebiscito. El presidente Juan Manuel Santos reiteró este martes que el documento se refrendará en el Congreso, porque éste representa al pueblo, y llamó la atención para que la implementación se lleve a cabo cuanto antes porque el cese bilateral al fuego es frágil.
“Como ustedes saben, durante más de 40 días escuchamos con mucho cuidado a todos los sectores sociales, políticos, a las víctimas, a los jóvenes, la iglesia, las comunidades indígenas y afrodescendientes, a los empresarios, las Altas Cortes, a los gobernadores y alcaldes. Recogimos sus propuestas, las defendimos con firmeza y lealtad en la mesa de negociaciones y –luego de nueve días e intensas sesiones de trabajo en La Habana—alcanzamos un nuevo, un mejor acuerdo de paz”, dijo el mandatario.
En su discurso, el presidente lamentó que algunos sectores del No se siguen oponiendo al nuevo acuerdo. Sin mencionar al senador Álvaro Uribe, Santos aseguró que sí se incluyeron claros e importantes cambios y ajustes en lo pactado con la guerrilla. Y afirmó que es necesaria la implementación porque el proceso de paz puede estar en riesgo dada la fragilidad del cese al fuego, decretado hasta el 31 de diciembre.
“Se han perdido vidas y hay muchas más en peligro. Tenemos que actuar. No hay tiempo que perder”, agregó Santos.
Sobre la implementación, el mandatario reiteró que será en el Legislativo donde se refrendará el nuevo acuerdo de paz, y que se descarta un plebiscito porque “una nueva campaña polarizaría de manera peligrosa al país y éste es el momento de la unión y no la división… es el Congreso de la República la instancia democrática más idónea para refrendar el Acuerdo de Paz…la vía más conveniente y legítima para refrendar este nuevo acuerdo es a través del Congreso de la República”, concluyó Santos.
La cúpula de las Farc aterrizó el lunes en Bogotá para preparar la firma del acuerdo e impulsar la rápida implementación de lo convenido, que consideran se puede ver afectada por una ola de violencia contra líderes sociales.
Los asesinatos y amenazas contra esa población, además del rechazo al nuevo pacto anunciado el lunes por el expresidente y ahora senador Álvaro Uribe, se han convertido en los principales obstáculos en el camino para acabar con el conflicto armado de más de medio siglo.
Santos presidió este martes una reunión de alto nivel, con miembros de su gobierno y organismos de derechos humanos, para evaluar la situación de seguridad y aseguró que no va “a permitir que los violentos pongan en riesgo los avances y esperanzas de la paz”.
“Estos hechos son una evidencia palpable, dramática, de los riesgos que la incertidumbre nos trae frente a la implementación de los acuerdos de paz”, dijo. Solo en los últimos tres días han sido asesinados tres líderes comunales y otros dos han sufrido atentados.
La semana pasada murieron dos miembros de las Farc en presuntos combates con el Ejército, en el primer incidente notificado en el marco del cese al fuego. Un hecho que, según la partes, muestra la “fragilidad” de la tregua.