En varios mensajes en Twitter, Trump anunció que en la conferencia de prensa estará acompañado por sus hijos. “Para discutir el hecho de que dejaré mi gran empresa de forma total, y concentrarme en administrar el país“, explicó.
En su mensaje, Trump apuntó que no está “obligado por ley” a deshacerse de sus empresas, pero que lo considera “visualmente importante”. “Siento que es visualmente importante, como presidente, no tener ningún tipo de conflicto de intereses con mis varios negocios“, señaló.
Desde su triunfo en las elecciones presidenciales, la relación de Trump con su entramado empresarial se tornó una preocupación evidente tanto de su equipo de transición como de la oposición.
El millonario opera con su equipo de transición desde sus oficinas empresariales en el corazón de Nueva York. En declaraciones formuladas hace una semana al diario The New York Times, Trump aseguró que su gobierno no será arruinado por un conflicto de intereses con sus empresas.
“En teoría, no podría seguir con mis empresas perfectamente y gobernar perfectamente. No ha habido nunca un caso así”, dijo, para adelantar que pensaba en diseñar “algún tipo de fideicomiso” para administrar sus negocios mientras él se encarga de la Casa Blanca.
En efecto, la normativa vigente determina que el presidente de EEUU no puede recibir regalos o “salarios” de un gobierno extranjero, pero no veta que pueda hacer negocios con asociados extranjeros.