“No sabía si era un atraco o si me iban a quemar el carro”, así describe el concejal de Turbaco, Bolívar, Aníbal de Jesús Moreno Baena, los momentos de pánico que vivieron él y su familia en la noche del domingo pasado cuando media docena de taxistas furibundos rodearon el carro en el que el cabildante se movilizaba, pensando que prestaba un servicio de Uber.
“Fui al aeropuerto a recoger a mi hermana y a su esposo, y cuando entramos a Bocagrande nos cierra el paso un taxi y otro se pone atrás, un poco más nos rodearon y se bajan con amenazas y señalándome como transportador de Uber”, le dijo a este medio Moreno Baena.
Durante 40 minutos, los taxistas le impidieron el paso a esta familia hasta que llegó la Policía.
“Los taxistas exigían que les mostráramos documentos que probaran que éramos familia, y así lo hicimos ante la Policía. Mi hermana y su esposo (de nacionalidad estadounidense) estaban muy nerviosos, y fue para ellos una muy mala primera experiencia en la ciudad, esto le hace le hace mucho daño a la imagen de Cartagena”, agrega el funcionario, quien hoy se asesora de abogados para elevar una denuncia ante la Fiscalía.
La campaña de persecución que prometen los taxistas de Cartagena contra la entrada en operación de la plataforma de Uber en la ciudad está causando los primeros problemas de seguridad.
El gremio de ‘amarillos’ en la Ciudad Heroica está difundiendo una campaña de persecución a los transportadores de Uber, un servicio que lentamente se toma la ciudad.
“No toleramos hechos que vayan en contra de la ley ni tampoco la incitación a actividades ilícitas… vamos a aplicar toda nuestra capacidad operativa para judicializarlos y hacerlos responsables”, dijo el secretario del Interior, Fernando Niño, quien aseguró que esta tarde se reunirá con líderes de los taxistas.