Domingo, 24 de Noviembre del 2024 
El presidente Nicolás Maduro se ha referido en duros términos a la mayoría opositora de la Asamblea Nacional acusándoles de traición a la patria. En la sesión plenaria del martes, el Parlamento dio un espaldarazo a la propuesta del secretario general de la OEA, Luis Almagro, de activar la Carta Democrática en Venezuela. El mandatario exigió a los tribunales que se pronuncien.
Fue la guinda en un día en el que el régimen, que no reconoce al Parlamento por estar en desacato, descargó toda clase de invectivas contra sus adversarios. “Cobardes, miserables”, calificó el jefe del Estado a la oposición, que aprobó la propuesta aprovechando la mayoría que tienen desde principios de 2016 en la cámara.
Poco antes de las palabras de Maduro, pronunciadas durante la tarde del miércoles en Caracas, la bancada chavista, encabezada por Héctor Rodríguez, solicitó al Tribunal Supremo de Justicia que evalúe la responsabilidad de los diputados del bloque opositor que suscribieron ese acuerdo. “No puede un venezolano, y menos un venezolano con funciones públicas, pisotear la Constitución y solicitar la intervención extranjera en nuestro territorio”, justificó Rodríguez luego de consignar el documento.
El chavismo argumenta que la Carta solo puede ser aplicada en casos de golpes de Estado, y trata de imponer entre sus huestes la idea de que el anuncio de Almagro encubre el intento de promover una confrontación y “neocolonizar a Venezuela”, como ha reiterado Maduro tras conocer la actualización del informe del secretario general de la OEA. Pero en ninguna parte del texto de la Carta Democrática está establecida la presencia de fuerzas multinacionales en un país miembro.
Julio Borges, presidente del Parlamento, ha salido al paso de la reacción de Maduro. “La Carta Democrática no es intervención extranjera y está por encima de cualquier ley venezolana”, expresó el parlamentario en una rueda de prensa, y reiteró que la solución a la crisis de Venezuela “es la convocatoria a elecciones generales para que el pueblo venezolano decida cómo salir del caos”. “Traición a la patria es lo que está viviendo Venezuela hoy”, agregó.
El chavismo no acepta como válidos las jurisdicciones extraterritoriales, ni los mecanismos del sistema interamericano para proteger derechos humanos porque los considera una intervención en los asuntos internos del país.
La activación de la Carta supondría la suspensión temporal del Estado miembro. Para que la propuesta de Almagro se materialice se requiere del voto de los dos tercios de los Estados que forman parte de la organización. Hasta el momento, Venezuela ha logrado bloquear todos los intentos de sanción en su contra porque cuenta con el apoyo de algunos aliados de la región y de los países del Caribe inglés, que han recibido, a pesar de la crisis, petróleo subsidiado del régimen.
