Corea del Norte ha anunciado este domingo la detención de un ciudadano estadounidense al que acusa de actos contra el Estado. Sería el cuarto americano retenido por el país desde la escalada de tensión con EE UU. Corea del Norte ha llegado a advertir a Trump: “La guerra termonuclear puede estallar en cualquier momento”.
Kim Hak Song fue arrestado el sábado y trabajaba para la Universidad de Ciencia y Tecnología de Pyongyang, según la agencia de noticias estatal.
El pasado miércoles, Corea del Norte confirmó la detención, en abril, de otro ciudadano estadounidense por haber perpetrado “actos criminales hostiles” con el objetivo de derrocar al régimen. La agencia oficial le identificó como Kim Sang-duk, un profesor que viajó a Pyongyang para impartir clases.
Teniendo en cuenta casos anteriores de arrestos de extranjeros, haber cometido un acto hostil para desestabilizar el régimen puede abarcar desde dejarse una biblia en un cuarto de baño o robar propaganda política hasta el espionaje o la filtración de secretos de Estado.
Corea del Norte mantiene encarcelados a otros dos estadounidenses: el estudiante Otto Frederick Warmbier, condenado a 15 años de trabajados forzados tras ser declarado culpable de crímenes contra el Estado; y Kim Dong-chul, hombre de negocios de origen surcoreano, que cumple diez años de trabajos forzados tras haber admitido “haber conspirado con Corea del Sur para obtener secretos del Partido, del Estado y militares”. También está entre rejas un pastor canadiense, condenado a toda una vida de trabajos forzados por sedición. Como Estados Unidos no tiene relaciones diplomáticas con Corea del Norte, la legación sueca en Pyongyang ejerce de intermediaria en estos casos. Washington desaconseja a sus ciudadanos que viajen al hermético país asiático.