La cumbre de la Alianza del Pacífico que se celebra en Cali concluyó este jueves su primera jornada con el compromiso de aumentar la inversión extranjera en los cuatro países miembros del organismo. Los presidentes de México, Colombia, Perú y Chile debatieron cómo fortalecer la integración regional en un escenario internacional incierto jalonado de obstáculos para el crecimiento. El colombiano Juan Manuel Santos, anfitrión del encuentro, el mexicano Enrique Peña Nieto, la chilena Michelle Bachelet y el peruano Pedro Pablo Kuczynski destacaron la necesidad de explorar las nuevas oportunidades que se abren en los mercados asiáticos, la importancia de ofrecer garantías al capital extranjero, del futuro del turismo y del recorrido de la agenda digital.
Santos quiso dejar claro que los Estados de la Alianza del Pacífico son “amigos de la inversión extranjera”. Ese el camino que espera afianzar Colombia a corto plazo tras la firma de los acuerdos de paz con la guerrilla de las FARC, que esta semana han culminado la entrega de armas a la misión de observación de Naciones Unidas. “Si no hay inversión, no hay crecimiento, por eso es tan importante generar las condiciones para atraer inversión extranjera directa”, consideró. Para ello es necesaria mejorar la coordinación entre los cuatro países que fundaron la organización en 2011. “Debemos avanzar en la regulación para el comercio de servicios entre los países de la alianza”, resaltó Peña Nieto a este propósito.
Bachelet señaló una de las prioridades de la próxima etapa, “pensar en nuevos horizontes y nuevas oportunidades”, representadas sobre todo por China, mientras que Kuczynski hizo hincapié en las asignaturas pendientes. “Tenemos que pensar cuál va a ser el siguiente impulso de la alianza” frente a un parón del crecimiento. “¿Cuál es la siguiente etapa?”, se preguntó antes de advertir de que si América Latina quiere pasar de un producto del 8% a uno del 10% o del 12% debe “cambiar un poco las cosas”.
La alianza, en opinión de los mandatarios, está bien encaminada, pero hay que afinar los planes de futuro. En este contexto, el organismo, que tiene cerca de 225 millones de habitantes y el 35% del Producto Interior Bruto (PIB) latinoamericano, ha abierto sus puertas durante esta cumbre a la incorporación de Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Singapur en calidad de miembros asociados. Se trata de una decisión relevante, porque de esta nueva colaboración la organización regional espera extraer lecciones valiosas en un panorama internacional cada vez más complejo.
De México a Chile, los cuatro países están pendientes de los efectos de la Administración de Donald Trump en todo el continente y cada vez están más interesados en las relaciones con China. Kuczynski llegó a señalar que el objetivo debería ser atraer turismo de ese país asiático. Por el momento, la alianza espera que los nuevos Estados asociados a este organismo alienten los intercambios comerciales.