Las reacciones al veto de Trump a las personas transexuales en el Ejército no se ha hecho esperar. Desde destacados activistas transgénero al Ejército canadiense o incluso el senador republicano John McCain, las voces contra la medida y en apoyo al colectivo LGTB+ no han cesado. Pocas horas después de que el presidente estadounidense afirmase en Twitter que no se permitirán personas transexuales en las Fuerzas armadas el Ejército canadiense les animaba a alistarse. “Damos la bienvenida a los canadienses de cualquier orientación sexual e identidad de género”, han dicho en Twitter con el lema “la diversidad es nuestra fuerza” y una fotografía de una banda militar durante las celebraciones del Orgullo LGTB+ el pasado 3 de junio en Toronto.
Según datos del Ejército canadiense, unos 19 militares han completado el tratamiento de reasignación entre 2008 y 2015, con un coste de unos 319.000 dólares (272.375 euros). En Canadá, el Ejército cubre los costes de la terapia hormonal, la medicación y también de terapia psicológica para sus miembros transexuales, aunque las Fuerzas Armadas de este país no han ofrecido datos de cuántas personas transgénero forman parte de sus filas.
Una veintena de países —desde Australia a España o Noruega— han eliminado la discriminación y permiten a los transexuales formar parte del Ejército, según un informe del think tank The Hague Centre for Strategic Studies. En España, sin embargo, las organizaciones de activistas LGTB+ afirman que soportan discriminación y que no reciben el tratamiento médico y psicológico adecuado.
No solo el Ejército de Canadá ha reaccionado en las redes sociales. Personas como la actriz Laverne Cox (Orange is the new black, por ejemplo) y destacada activista por los derechos de las personas transexuales, o Caitlyn Jenner, exdeportista estadounidense y votante republicana, han cargado en Twitter también contra el pronunciamiento de Trump.