Al menos 540 empresas han cambiado su sede social de Cataluña a ciudades de otras regiones de España desde el referéndum ilegal de independencia del 1 de octubre pasado. De estas, 533 se trasladaron entre los días 9 y 11, según datos provisionales del Colegio de Registradores del país difundidos este viernes. Los movimientos preceden a un aparente retroceso en el afán separatista del Gobierno catalán, que incluyó la suspensión de la declaración de independencia del pasado martes.
El mayor número de salidas (212) se produjo el 9 de octubre, la víspera de que el presidente del Gobierno regional catalán, Carles Puigdemont, dijera en el Parlamento local que asumía el “mandato del pueblo” catalán en ese referéndum para que “Cataluña se convierta en un Estado independiente en forma de república”. Sin embargo, seguidamente propuso “suspender los efectos de la declaración de independencia” para abrir la puerta al diálogo.
La inmensa mayoría de las compañías que han abandonado la región de Cataluña (501) tenían la sede social en Barcelona, según el Colegio de Registradores.
Cambios ante la incertidumbre. El 10 de octubre se registraron 177 traslados de sede de empresas, mientras que el 11 de octubre se contabilizaron 144, aunque para ese día sólo hay datos de Barcelona y Gerona, dos de las cuatro provincias catalanas. En los días previos, los cambios de sede fueron muy reducidos: uno, el 3 de octubre; dos, el día 5; y cuatro, el día 6.
En sentido contrario, 22 empresas se mudaron a Cataluña hasta ahora en ese mismo período. La empresas optaron por el cambio de sede por el temor a la inseguridad jurídica que pudiera darse en la comunidad autónoma de Cataluña, que representa el 19 % del PIB español. Ha sido el caso de bancos como CaixaBank y Sabadell, la energética Gas Natural Fenosa, el grupo editorial Planeta, Aguas de Barcelona y la concesionaria de autopistas Abertis.
EFE