Raqa,Siria
AFP
La caída de Raqa es un nuevo revés para el EI, que perdió mucho terreno en Siria y en el vecino Irak tras múltiples ofensivas para expulsarlo de las regiones que conquistó desde el 2014.
Ayer, la emblemática intersección Al Naim, donde los yihadistas llevaban a cabo sus ejecuciones, estaba repleta de combatientes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) festejando la victoria.
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A su alrededor, el paisaje era desolador: edificios en ruina, calles repletas de escombros de todo tipo y carcasas de coches, una ciudad destrozada tras cuatro meses de combates y bombardeos.
En más de cuatro meses de combates, 3,250 personas murieron, de las cuales 1,130 civiles y 2,120 combatientes, según la oenegé Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Las operaciones militares en la que fuera “capital” de EI en Siria “terminaron (…) la ciudad está bajo el control de las Fuerzas Democráticas Sirias”, indicó un portavoz de esta alianza, Talal Sello.
“Todo terminó en Raqa (…). Hay actualmente operaciones de búsqueda para eliminar las células durmientes, si las hay, y para desminar la ciudad”, agregó.
Las FDS habían lanzado su ofensiva en noviembre de 2016. Se emplearon primero en reconquistar los territorios alrededor de Raqa, para aislar la ciudad y cortar los principales ejes de comunicación con el exterior.
Raqa se convirtió en símbolo de las atrocidades de la organización yihadista, desde donde se habrían planificado atentados contra varios países, principalmente en Europa.
Se rindieron
Unos 400 integrantes del grupo Estado Islámico se rindieron ante las fuerzas lideradas por Estados Unidos en la ciudad de Raqa, hasta ahora el principal enclave de los yihadistas en Siria, informó un portavoz militar estadounidense.
El coronel Ryan Dillon, portavoz de la coalición estadounidense que ayuda en el entrenamiento y equipamiento de las fuerzas locales en Siria e Irak, indicó que el grueso de esos yihadistas se habían rendido en los momentos finales de las operaciones para tomar el control de la ciudad.
Los combatientes se habían entregado a las Fuerzas Democráticas Sirias, una alianza de kurdos y árabes apoyada por Washington.
Trump
El presidente de EE. UU., Donald Trump, se atribuyó el mérito de la victoria de la coalición internacional sobre las tropas yihadistas.
Indicó que si los terroristas no huyeron antes de la ciudad de Siria, fue porque él no era el mandatario.
“Porque no tenían a Trump como presidente. Existe una gran diferencia si miras al Ejército ahora”, respondió el mandatario, cuando se le preguntó qué había cambiado en los últimos meses en el conflicto contra las tropas del EI en Siria.
Trump afirmó que los combatientes “se están rindiendo, están alzando sus manos y se están marchando”, lo cual, según señaló, “es algo que nadie había visto jamás”.