El secretario de Defensa estadounidense, James Mattis, advirtió este sábado que Corea del Norte se expone a “una respuesta militar masiva” si utiliza el arma nuclear.
“Cualquier ataque contra Estados Unidos o contra nuestros aliados va a ser derrotado”, dijo en una conferencia de prensa durante su viaje a Seúl, aliado Washington.
“Cualquier uso de un arma nuclear por parte del Norte recibirá una respuesta militar masiva, efectiva y abrumadora”, advirtió junto a su homólogo surcoreano, Song Young-Moo.
Mattis no especificó qué tipo de arma nuclear conllevaría una reacción militar estadounidense. El ministro norcoreano de Relaciones Exteriores, Ri Yong-Ho, había declarado en septiembre al margen de la Asamblea General de la ONU que su país podría probar una bomba nuclear sobre el océano Pacífico.
La península de Corea está en fuerte tensión desde que el régimen de Pyongyang realizó su sexto ensayo nuclear, además de varios ensayos de misiles balísticos teóricamente capaces de alcanzar el territorio continental de Estados Unidos.
El líder norcoreano, Kim Jong-Un, y el presidente estadounidense, Donald Trump, se entrecruzan regularmente amenazas verbales de tono bélico e insultos personales.
A principios de octubre, el inquilino de la Casa Blanca hizo una enigmática declaración, al asegurar que “sólo una cosa funcionará” con Corea del Norte, lo que reactivó las especulaciones sobre las posibilidades de un conflicto armado.
Trump tiene prevista su primera visita presidencial a Corea del Sur los días 7 y 8 de noviembre, en el marco de una gira asiática que también lo llevará a Japón, China, Vietnam y Filipinas.
Mattis aseguró este sábado que la diplomacia sigue siendo “el curso de acción preferido” de Estados Unidos para resolver la crisis. Pero recalcó que los diplomáticos “son más efectivos cuando están respaldados por fuerzas militares creíbles”.
Un día antes, durante una visita junto a su homólogo surcoreano a la zona desmilitarizada entre las dos Coreas, Mattisya había “reafirmado el compromiso mutuo a favor de una solución diplomática para enfrentar el comportamiento irresponsable y fuera de la ley de Corea del Norte”.
Mattis le dijo a Pyongyang que “no albergara ninguna ilusión”, afirmando que el aislado Estado queda “superado” por Estados Unidos y Corea del Sur, un aliado clave de Washington que acoge a cerca de 28.500 tropas estadounidenses.
Varios consejeros de Trump señalan, no obstante, que las opciones militares de Estados Unidos en la península son limitadas, ya que Pyongyang podría lanzar una salva de artillería sobre Seúl, la capital surcoreana, que tiene 10 millones de habitantes y está a solo 50 km de la frontera.
Según las estimaciones, Corea del Norte dispone de unos 10.000 elementos de artillería, y al menos 50 misiles de corto alcance están estacionados a lo largo de la frontera con el Sur.
Las amenazas nucleares crecientes del Norte motivaron llamados de algunos diputados sucoreanos a favor del despliegue en el sur de armas nucleares tácticas estadounidenses, pero Song descartó esta posibilidad.
“Creemos que no merece la pena desplegar armas nucleares tácticas en la península coreana”, declaró el ministro surcoreano, añadiendo que Seúl es capaz de responder a los potenciales ataques nucleares del Norte sin disponer de su propia arma nuclear.