La líder campesina que, en compañía de otros campesinos, hizo frente a los militares venezolanos que hicieron una incursión en Tibú, Norte de Santander. Aseguró que cerca de la vereda donde pasó hay un batallón del Ejército de Colombia.
Luego de que el Gobierno colombiano confirmara que el 14 y 15 de noviembre hubo una incursión de militares venezolanos en zona rural de Tibú, Norte de Santander, se conoció un video de una líder de la región llamada Carmen García, que le reclamaba a la guardia venezolana explicaciones de por qué estaban en territorio colombiano.
El video, presentado por Noticias Caracol, pronto se hizo viral por la forma en la que García hablaba con un coronel venezolano para exigirle que no estuviera en Colombia. En entrevista con Blu Radio, García, que hace parte de la mesa de víctimas de Tibú, que los campesinos llegaron el 14 de noviembre a “radicar matas de coca”.
García explicó que cuando eso pasó, varios campesinos la llamaron, pero que llegó a la zona ese martes en la tarde y que solo alcanzó a ver varios helicópteros sobrevolando la zona, rumbo a Venezuela. También dijo que ese día, los habitantes de la vereda fueron a un batallón del ejército colombiano, que estaba una hora de la vereda, para informar la situación, pero que no hubo respuesta alguna por parte de los soldados.
“El mismo 14 la gente fue hasta el batallón y avisaron de la situación. No entiendo por qué nadie se acercó ahí. Pedimos un sobrevuelo que nunca llegó. Yo llegué a las cuatro de la tarde, y ya iba saliendo el último helicóptero. Esperé a abordarlos al otro día”, relató García en la entrevista. Aun así, aunque ella no estuvo en esa ocasión, sí contó como los soldados venezolanos “entraron con capucha, tiraron la gente al suelo, robaron sus pertenencias e intimidando a las personas”.
Además, relató cómo la situación afectó a una familia con una hija en condición de discapacidad física. García explicó que cuando los soldados llegaron ese martes, el padre de la menor, atemorizado por la posibilidad de que hubiera un combate en la zona, “el señor se echó la niña al hombro y salió hacia la montaña sin rumbo, a esconderse”. El problema, explicó, es que los soldados llegaron hasta la casa del campesino, dañaron el candado con la que estaba cerrada e hicieron varios daños al interior de la vivienda.
Al siguiente día, el miércoles 15 de noviembre, cuando llegaron de nuevo los militares del vecino país, García los abordó y pidió hablar con un coronel. Al encararlo, en compañía de varios campesinos (uno de ellos grabando el video que conoció la opinión pública), el militar, al ser cuestionado de por qué estaban en Colombia él y otros doscientos soldados transportados en cuatro helicópteros -de acuerdo al testimonio de la líder-, afirmó que no eran conscientes de que habían pasado la frontera.
“El día que yo llegué, cuando me presenté, lo que me dijo el coronel es que ya se estaban retirando, que estaban equivocados. No había sido ni media hora de que habían bajado doscientas personas de los helicópteros. No había autoridades colombianas alrededor”, dijo García. Después de este impase, denunció que se sentían “muy solos”, pues la presencia de las autoridades colombianas es nula.