ha decidido apretarle las tuercas al régimen de Nicolás Maduro y el Departamento del Tesoro sigue manos a la obra. Este viernes el organismo financiero federal comunicó que ha incluido en la lista negra de la Oficina de Control de Activos Extranjeros a otros cuatro altos funcionarios del chavismo. El propio presidente, Maduro, fue añadido en agosto por Washington a su capítulo de mandos venezolanos sancionados.
Los nuevos integrantes de la lista son altos mandos en activo o retirados de las Fuerzas Armadas y Estados Unidos los acusa de haber participado en redes de corrupción o en la represión de las protestas anti gubernamentales que dejaron más de 120 fallecidos entre abril y julio del año pasado.
El exgeneral Rodolfo Clemente Marco, gobernador del Estado de Aragua, directivo de la petrolera estatal PDVSA y exministro de Alimentación, es acusado por el Tesoro de lucrarse por medio de una red de contrabando de víveres explotando la carestía generalizada. El exgeneral Francisco José Rangel, exgobernador de Bolívar, es sospechoso de haber presionado a los tribunales para que liberasen a matones de los grupos parapoliciales del chavismo. Al general Fabio Enrique Zavarse, comandante de la Guardia Nacional Bolivariana en el área que incluye Caracas, se le acusa de dar órdenes directas para la represión violenta de manifestaciones. Sobre el general José Izquierdo Torres, encargado de la seguridad en la frontera entre Venezuela y Colombia, planea la sombra del enriquecimiento ilícito.
Las sanciones de Washington contemplan la intervención de cualquier activo que puedan poseer en Estados Unidos los funcionarios venezolanos castigados y la prohibición de que ciudadanos o empresas estadounidenses hagan negocios con ellos. El comunicado del Tesoro recalca la orientación política de las sanciones al chavismo subrayando “la determinación de Estados Unidos de responsabilizar a Maduro y a otros involucrados en la corrupción en Venezuela” y llamando a la comunidad internacional a que “se una para aislar aún más a este régimen represivo”.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, afirmó: “El presidente Maduro y su círculo interno continúan poniendo sus propios intereses por encima de los del pueblo venezolano”. Trump ha sido taxativo en sus declaraciones sobre Venezuela. En octubre, hablando sobre países considerados enemigos por Washington como Corea del Norte, Cuba y Venezuela, aseguró que su administración no levantará las saciones contra esos “regímenes represivos” hasta que hayan “restablecido las libertades políticas y religiosas para sus pueblos”. En verano, el presidente firmó una orden ejecutiva que prohíbe al sistema financiero estadounidense la compra de bonos públicos y deuda del Gobierno venezolano y de la petrolera PDVSA con intención de estrechar el margen de maniobra económico de Caracas.