Austin, Estados Unidos
AFP
El jefe de la diplomacia de Estados Unidos alertó sobre la “creciente” y “alarmante” presencia de China y Rusia en América latina, al lanzar la visión del gobierno de Donald Trump con relación al continente americano.
El secretario de Estado, Rex Tillerson, promovió un enfoque de crecimiento económico, seguridad y democracia para las Américas, en contraste con la Venezuela “corrupta y hostil” de Nicolás Maduro, antes de partir a su gira por la región.
Poderes imperiales
En un discurso en la Universidad de Texas, en Austin, advirtió sobre el desembarco de Beijing y Moscú en la región y llamó a los gobiernos a cooperar más con Estados Unidos.
“América Latina no necesita nuevos poderes imperiales que solo buscan beneficiar a su propia gente”, afirmó.
“El modelo de desarrollo liderado por el Estado de China recuerda al pasado. No tiene que ser el futuro del hemisferio”, agregó, subrayando que “las prácticas comerciales desleales” costarían empleos locales.
“La creciente presencia de Rusia en la región también es alarmante”, agregó, quejándose de que Moscú venda armas a “regímenes (…) que no comparten ni respetan el proceso democrático”.
Democracia
“Con EE.UU. tienen un socio multidimensional, uno que beneficia a ambas partes”, enfatizó.
Tillerson también destacó la crisis económica y política en Venezuela, una de las principales preocupaciones de Washington en América Latina.
“El régimen corrupto y hostil de Nicolás Maduro en Venezuela se aferra a un sueño irreal, una visión de la región que ya ha decepcionado a su pueblo”, señaló Tillerson.
Con Maduro, el país con las mayores reservas de petróleo del mundo enfrenta el desplome de su economía, en medio de escasez de medicinas y alimentos, una gran inestabilidad política.
Tillerson recordó las sanciones a Caracas impuestas por EE. UU., Canadá y la Unión Europea, y llamó a Sudamérica a sumarse en su rechazo a Maduro. “Seguiremos presionando”, enfatizó.
Problema de la cocaína
Sobre Colombia, uno de los principales socios de EE. UU. en la región, pero también origen del 92% de la cocaína confiscada en el país, Tillerson reiteró el apoyo de Washington a los esfuerzos de pacificación con las guerrillas comunistas.
“Lamentablemente, el cultivo de coca se ha disparado”, dijo. Señaló que “hay trabajo por delante”, aunque destacó que el diálogo con las autoridades es “abierto y franco”.