Ya no queda ningún Beatles del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) en libertad del cuarteto de asesinos y torturadores bautizado así por sus propios cautivos debido a su marcado acento británico. Alexanda Kotey (de 34 años) y El Shafee Elsheikh (de 29) fueron arrestados en el noreste de Siria a mediados de enero por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS y milicias kurdo árabes sirias aliadas de Washington) y posteriormente identificados por las Fuerzas de Operaciones Especiales estadounidenses en el terreno que les han sometido a pruebas biométricas y cotejado sus huellas dactilares. Así lo ha confirmado el Departamento de Estado Norteamericano al rotativo The New York Times.
El primer miembro del grupo en caer fue Mohammed Emwazi, de 27 años y más conocido como John el Yihadista, a quien la aviación de la coalición internacional contra el ISIS liderada por EEUU dio caza en noviembre de 2015 en Raqa, antigua capital del pseudo califato. Un segundo integrante, Aine Dabis de 35 años, fue interceptado en 2015 y condenado a siete años y medio de cárcel en Turquía por pertenencia a banda terrorista. Los cuatro británicos han sido acusados de participar en el asesinato de 27 personas y de torturar a muchas más.
Kotey y Elsheikh eran los únicos dos miembros de la célula británica aun en libertad. El mortífero grupo indignó a la opinión pública internacional con la decapitación ante las cámaras del periodista James Foley en agosto de 2014. Al asesinato a sangre fría de Foley le siguieron el del también periodista norteamericano Steven Sotloff y de los cooperantes británicos Alan Henning y David Haines.
Los cuatro radicales londinenses estaban a cargo de la vigilancia de una treintena de rehenes occidentales que fueron trasladados a la ciudad de Raqa conforme eran secuestrados. Allí se ensañaron día y noche con sus víctimas entre las que se encontraban los periodistas españoles Marc Maginedas y Javier Espinosa así como el fotógrafo Ricard García Villanova. Los tres lograron sobrevivir al cautiverio y fueron puestos en libertad en la frontera norte de siria con Turquía en 2014 tras sufrir seis meses de insultos y golpes. El brutal asesinato de los occidentales provocó controvertidas reacciones en EEUU y en Inglaterra tras varias operaciones de rescate fallidas y la prohibición impuesta por Washington a los familiares de negociar un rescate.
A pesar de que se desconoce si los cuatro jóvenes se conocían antes de viajar a Siria, todos crecieron en la parte oriental de Londres. Tres de ellos son hijos de inmigrantes, todos convertidos al islam. Según las investigaciones de los servicios de inteligencia británicos, Dabis y Emwazi solían rezar en la misma mezquita. Los cuatro terroristas compartieron también un mismo proceso de radicalización previo a su partida hacia Siria en 2012 y 2013, donde primero lucharon con Al Qaeda para más tarde sumarse a las filas del ISIS.
Según fuentes de seguridad citadas por The New York Times, los recién detenidos Kotey y Elsheikh han aportado “Importantes informaciones durante los interrogatorios militares sobre el resto de líderes del ISIS y su estructura de apoyo”. Igualmente se espera que puedan aportar nuevas pistas sobre el paradero del periodista británico John Catlie, secuestrado en 2012 y cuya última aparición remonta a 2016 en un video de propaganda del ISIS.
Por ahora se desconoce tanto el paradero como el destino de los recién capturados. El Ejecutivo londinense retiró el pasado año la nacionalidad británica a ambos terroristas, por lo que como en el caso de Dabis podrían ser juzgados por las fuerzas que le han apresado. La justicia occidental se enfrenta al dilema de los yihadistas retornados que en numerosos casos no cuenta con suficientes pruebas para su condena y una vez en libertad suponen un coste suplementario al tener que ser monitoreados.
De ahí que los países miembros de la coalición hayan adoptado progresivamente una política de “neutralización” de los terroristas extranjeros en Siria e Irak con el fin de evitar un eventual retorno a sus países de origen. Se desconoce cuántos de los 7.000 yihadistas occidentales que se sumaron al ISIS siguen con vida, mientras que el centro de estudios The Soufan Group estima que un tercio de los 40.000 radicales extranjeros han retornado a sus países.
Las FDS mantienen detenidos a miles de combatientes del ISIS, entre ellos 1.300 extranjeros y varias de sus esposas e hijos que se encuentran recudidos en dos prisiones al norteste de Siria. En declaraciones a EL PAIS, el portavoz de las FDS, Mahmoud Bali, aseguró que tan solo Indonesia y Rusia han procedido a la repatriación de varios de sus nacionales yihadistas mientras que el resto de la treintena de Gobiernos contactados, incluidos los europeos, se han negado a reclamar a sus nacionales. “Aquellos que no sean reclamados por sus países serán juzgados en nuestras cortes, pero para ello necesitamos el apoyo y cooperación internacionales”, acotó Bali.
En el caso de los Beatles yihadistas, estos sicarios no solo han asesinado a ciudadanos norteamericanos y europeos, sino que lo han hecho ante las cámaras. “Espero que pasen el resto de sus vidas en una prisión. Sus crímenes superan toda imaginación”, ha dicho este viernes a la cadena de radio Británica BBC Diana Foley, madre del periodista norteamericano asesinado por el grupo al que pertenecían los dos arrestados. A lo que ha añadido que si bien nada le devolverá la vida a su hijo, preferiría que “fueran [por los dos arrestados] juzgados en EEUU, aunque mientras tengan un juicio justo y se haga justicia, estaré agradecida”.