Washingtonl, EE. UU.
AFP
La estrategia que unió sanciones económicas, amenazas militares y “presión máxima” por vía diplomática abrió el camino para la histórica cumbre entre el presidente Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong-un, afirmó el vicepresidente estadounidense Mike Pence.
La Casa Blanca sorprendió al mundo al anunciar que Trump había aceptado una oferta de Kim de un encuentro, que posiblemente será realizado hacia fines de mayo, para discutir la seguridad y la desnuclearización de la península coreana.
En una nota oficial, Pence apuntó que la oferta de Kim de un encuentro con Trump era la “evidencia” de que la estrategia de la Casa Blanca de aislar al gobierno de Pyongyang había dado resultado.
De acuerdo con Pence, “los norcoreanos vienen a la mesa a pesar de que Estados Unidos no ha hecho ninguna concesión”.
Por ello, añadió el funcionario, la “campaña de máxima presión continuará hasta que Corea del Norte tome medidas concretas, permanentes y verificables para poner fin a su programa nuclear”.
Ya en la noche del jueves, al confirmar la respuesta de Trump a la oferta de Kim, la portavoz de la Casa Blanca había adelantado que las sanciones adoptadas por Washington permanecerían en vigor hasta que las conversaciones alcances algún resultado.
Esta posición es compartida por uno de los principales aliados asiáticos de Washington, el gobierno de Japón, que también defendió la manutención de la política de presión sobre Pyongyang.
En un mensaje por televisión, el primer ministro japonés Shinzo Abe señaló que apreciaba “enormemente” el cambio de retórica por parte de Corea del Norte con relación a una desnuclearización, pero mantuvo la cautela.
Presión
“No hay un cambio en la política para Japón y Estados Unidos”, afirmó. “Vamos a seguir ejerciendo una presión máxima hasta que Corea del Norte tome acciones concretas hacia una desnuclearización de una forma que sea perfecta, verificable e irreversible”, dijo.
Para la Casa Blanca, la campaña de “presión máxima” incluyó también insistir ante China, un aliado de Corea del Norte, a asumir un papel más activo para convencer a Pyongyang de abandonar su programa de armas nucleares.
Destacan la esperanza
El presidente chino Xi Jinping ya expresó su esperanza de que “EE. UU. y Corea del Norte entrarán en contacto y dialogarán lo antes posible”.
Para Rusia la cita es “un paso en la buena dirección” y “necesaria para normalizar la situación”, señaló su canciller Serguéi Lavrov, quien, asimismo, expresó satisfacción por la cita que sostendrán los dirigentes de las dos Coreas.
En tanto, la Unión Europea (UE) consideró “que la disposición” de Trump a aceptar la invitación es “un acontecimiento positivo”, mientras que la canciller alemana Angela Merkel consideró que ofrecía “una luz de esperanza”.