Donald Trump ya tiene renegociado el primer tratado comercial del “América primero”, al anunciar un principio de acuerdo con Corea del Sur por el que los dos países consolidan su cooperación económica. Y también política, porque el presidente de Estados Unidos consigue cerrar el pacto justo antes de que se celebre la cumbre que preparará el encuentro con el líder norcoreano Kim Jong-un.
La revisión del acuerdo comercial fue anunciada nada más llegar el republicano a la Casa Blanca para forzar a su socio a reducir el déficit. El desequilibrio en los intercambios rondó los 10.300 millones de dólares el año pasado a favor del país asiático. Cuando Donald Trump se alzó con la victoria electoral era incluso mayor, de 18.600 millones, más del doble que cuando entró en vigor en 2012 con Barack Obama.
La negociación arrancó en julio. Para salvar el acuerdo y evitar los nuevos aranceles al acero, Seúl aceptó reducir en 30% las exportaciones del metal estableciendo una cuota máxima que estará exenta de la tarifa. También aceptó duplicar el volumen de coches que los fabricantes estadounidenses podrán enviar al mercado surcoreano sin verse obligados a seguir la regulación local, lo que limitaba el acceso.
“Los coches eran el gran problema”, señalan los negociadores. Los dos socios aceptaron también incluir una provisión paralela al acuerdo relativo a las divisas, por la que el país asiático se compromete a ser más transparente con el Tesoro de EE UU en las operaciones de mercado que hace con su moneda y tratar así de evitar manipulaciones en el tipo de cambio. Es un mecanismo que podría ser replicado en la revisión de otros pactos comerciales.
La Casa Blanca lo vende como la primera renegociación pactada por un presidente de EE UU. Pero Corea del Sur es un país relativamente pequeño, lo que le permite presionar más para el logro de concesiones. Además, el 80% del déficit está relacionado con el automóvil. Eso hace que la discusión fuera mucho más fácil que con bloques tan potentes como Europa, China o sus socios de la zona de libre comercio norteamerica, México y Canadá.
Amenaza nuclear
Corea del Sur es el sexto socio comercial de Estados Unidos. Los dos países son, además, aliados políticos muy sólidos frente a la amenaza nuclear de Corea del Norte. Donald Trump llegó a utilizar la renegociación del acuerdo comercial como medida de presión, para que el nuevo ejecutivo de Moon Jae-in lograra avances a la hora de convencer al dictador norcoreano a sentarse a negociar y abandone su programa atómico.
El principio de acuerdo que resuelve la disputa comercial, de hecho, se anuncia antes de que se celebre la cumbre entre los lideres de Corea del Sur y del Norte. Esa cita deberá servir para allanar el camino al encuentro que Kim Jong-un tendrá con Donald Trump. La Casa Blanca informó este martes que siguen trabajando en la planificación de la reunión, pero no hay un lugar ni una fecha cerrada. No está claro que vaya a ser en mayo.