Al menos 54 menores indígenas han muerto en lo que va de 2018 por un brote de sarampión en una recóndita zona del este de Venezuela, denunció el jueves una ONG de derechos humanos.
“Las muertes más recientes fueron de seis niños, pero desde enero a la fecha suman unas 54”, dijo a la AFP José Naveda, periodista y miembro de la organización no gubernamental Kapé Kapé, que ha visitado a las comunidades afectadas.
Las víctimas tienen entre 2 a 14 años y son miembros de la etnia warao, agregó.
El presidente de Kapé Kapé, Armando Obdola, señaló a la AFP que ha recibido reportes de otra veintena de fallecimientos, que no han podido ser confirmados porque son áreas de difícil acceso.
Los asentamientos están en el estado Delta Amacuro, en las márgenes del río Orinoco -uno de los más extensos de Sudamérica- a unas ocho horas en lancha de la capital Tucupita, en una región a la que solo se accede por vía fluvial o helicóptero.
“Son poblaciones que están a la deriva, casi que esperando la muerte”, sostuvo Naveda, explicando que los nativos “están aislados por la falta de combustible”.
Según la ONG, la propagación comenzó a principios de enero. “Estamos llamando a declarar una alerta sanitaria”, dijo Obdola.
El sarampión, enfermedad viral altamente contagiosa y que afecta en particular a los niños, se puede prevenir con vacunas, pero el país petrolero afronta una escasez de medicamentos cercana al 90%, según la privada Federación Farmacéutica.
El gobierno del presidente Nicolás Maduro sostiene que las sanciones impuestas por Estados Unidos dificultan la importación de medicinas y alimentos.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó el pasado 16 de marzo sobre brotes de sarampión en las Américas, el mayor en Venezuela, con 886 casos desde 2017.
Los más afectados son los menores de cinco años, seguidos por el grupo de seis a 15 años, asegura la OPS.
La migración venezolana motivada por la grave crisis socioeconómica ha llevado casos de sarampión a países vecinos como Brasil, Colombia y Ecuador.
Hasta el 12 de marzo, Brasil confirmó 14 de 50 casos sospechosos, todos de “venezolanos no vacunados entre los nueve meses a 18 años”, reseñó la OPS.
En Colombia llegaron al menos dos casos importados desde Venezuela, y Ecuador, que desde 2011 no tenía reportes, informó el lunes sobre un niño de cinco años contagiado que llegó por vía terrestre.
El martes el ministro de Salud venezolano, Luis López, anunció que el próximo fin de semana iniciará un plan de vacunación contra la difteria, el sarampión y la fiebre amarilla.