Ya lo había advertido, entre otras fuentes, el boletín ‘Clima y salud’, que hacen el Ideam y el Instituto Nacional de Salud (INS): el efecto del fenómeno del Niño en el país era un escenario propicio para que el dengue, ese mal transmitido por mosquitos, se desatara con fuerza en las regiones tropicales del país.
Y un seguimiento a los boletines epidemiológicos que publica cada semana el INS ahora lo confirma: este mal, endémico en Colombia, está disparado en el número de casos nuevos y en mortalidad, sobre todo en regiones como Norte de Santander, Meta y Antioquia.
En lo corrido del año las entidades territoriales han notificado al INS 4.359 enfermos por este virus. Para la misma semana epidemiológica del 2018 el número de afectados se ubicaba en 2.183 y en el 2017 en 3.385.
Este año, además, se han presentado 22 muertes relacionadas con el dengue. En el 2018 los decesos llegaban a siete.
La tasa de incidencia, que refiere al número de nuevos casos por cada 100.000 habitantes, se ubica actualmente en 24. El año pasado estaba en 7,7 y en el 2017 en 11,9 para las mismas fechas.
Este año, más de la mitad de los casos se han concentrado en Norte de Santander (817), Meta (511), Antioquia (462), Tolima (450), Córdoba (446), Cesar (378), Huila (321) y Santander (311). Esas mismas regiones aparecían como las más susceptibles de enfermedades transmitidas por vectores ante el aumento de las temperaturas y las sequías.
Según el INS, 14 entidades territoriales (Arauca, Atlántico, Bolívar, Cartagena, Cesar, Córdoba, La Guajira, Guaviare, Magdalena, Meta, Norte de Santander, Putumayo, Santa Marta y Sucre) presentan más casos que los esperados, comparado con su comportamiento histórico (2011 – 2018).
Preocupación
Hernando Nieto, presidente de la Asociación Colombiana de Salud Pública, asegura que es preocupante el crecimiento de la incidencia de casos de dengue en el país, porque si bien se trata de un aumento estacional, que ocurre cada dos o tres años, y se amplifica con fenómenos como El Niño, deja ver que las autoridades locales no han hecho bien la tarea de iniciar acciones de prevención e inspección, como campañas con la población y control de aguas residuales.
En coincidencia, César Burgos, presidente de la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas, sugirió que “algo está pasando con los planes de salud pública en departamentos y municipios porque a partir de los procesos de descentralización de la salud enfermedades de este tipo son su responsabilidad”.
“Hay un abandono preocupante no solo con el dengue, sino con otros males transmitidos por vectores, que termina por afectar a toda la población, dejando de lado que la mayoría de estos eventos dan aviso y son en su mayoría prevenibles. El fenómeno del Niño no es excusa para decir que hay un desborde coyuntural cuando las estadísticas y los informes demuestran que es permanente”, agregó y pidió extremar la vigilancia por parte de los órganos de control.
El caso del Meta
Ómar Ramírez, coordinador del área de epidemiología de la Secretaría de Salud del Meta, confirma que hoy el dengue es un tema prioritario para las autoridades de la región.
Explica que el Meta ha sentido históricamente las consecuencias del dengue porque 27 de los 29 municipios del departamento están por debajo de los mil metros sobre el nivel del mar, porque hoy se vive un fuerte verano y porque persisten las deficiencias en el suministro de agua, que hace que la gente recoja y almacene el líquido en tanques, un lugar ideal para la reproducción de los mosquitos.
“En este momento tenemos brotes localizados en los municipios de Granada y Puerto Rico. Estamos haciendo actividades de control y debemos desplegar tomas las medidas para que el asunto no se nos salga de control”, dice, al tiempo que confirma que el aumento en el número de casos se presenta desde comienzo de este año.