“Pedimos a esta guerrilla manifestaciones inequÃvocas de su voluntad de paz: abandonen las armas, súmense al esfuerzo de tantos hermanos que han dejado el camino de violencia y se integran a la lucha por una paz verdadera”, dijeron los obispos en un comunicado de la Conferencia Episcopal.
Los obispos congregados en su centésimo séptima Asamblea Plenaria, que finalizó en Bogotá, invitaron a que el ELN haga una “seria reflexión sobre sus graves acciones, con las cuales ha herido profundamente al pueblo colombiano y, sobre todo, ha roto el horizonte de confianza y de paz”.
Sin mencionarlo, la declaración hace referencia al atentado terrorista con un camioneta cargada con 80 kilos del explosivo pentolita a la escuela de PolicÃa de Bogotá en el que murieron 22 cadetes.
En esa acción realizada el pasado 17 de enero también resultaron heridas 66 personas y murió el conductor del vehÃculo, José Aldemar Rojas RodrÃguez, miembro del ELN.
Igualmente los obispos le pidieron al presidente colombiano, Iván Duque, convocar a todas las fuerzas vivas para que se implemente una “polÃtica integral de paz” y le expresaron su respaldo para que continúe negociando el fin del conflicto.
“Movidos por el clamor de paz del pueblo colombiano, invitamos al gobierno nacional a continuar la tarea de convocar a todas las fuerzas vivas del paÃs para definir e implementar una polÃtica integral de paz; lo respaldamos en este propósito”, añade el documento.
Un dÃa después del atentado, el presidente Duque, reactivó las órdenes de captura de los negociadores del ELN en los diálogos que ese grupo mantenÃa con el Gobierno y pidió a Cuba que los entregue.
Ante la petición, el Gobierno cubano se remitió a los protocolos del proceso de diálogo y desde entonces el mandatario colombiano ha reiterado la importancia de que La Habana entregue a los negociadores para llevarlos a la justicia.
Bajo la presidencia Juan Manuel Santos, las negociaciones con el ELN comenzaron en febrero de 2017 en Quito y en mayo del año pasado fueron trasladadas a La Habana, donde la última ronda de diálogos concluyó sin resultados tangibles el 3 de agosto, cuatro dÃas antes de la posesión de Duque.