Las autoridades de Bogotá declararán en las próximas horas la alerta amarilla ambiental en toda la ciudad por los altos niveles de contaminación ambiental.
La Red de monitoreo de la calidad del aire en Bogotá indica que el lugar donde la situación es más complicada es Sevillana, donde se califica como “mala” la calidad del aire. En los puntos de Tunal, Usaquén, Kennedy y Suba, el índice Bogotano de calidad indica que en estos puntos es “regular”.
En este contexto los ciudadanos deberán tomar medidas voluntarias con el fin de evitar enfermedades o que se complique la salud de adultos mayores, niños y mujeres embarazadas que ya tienen algún problema respiratorio o cardiovascular, especialmente.
La alerta de ayer (en tres localidades, inicialmente) se tomó luego del incremento del material particulado PM 2,5, que es un polvo fino invisible a simple vista y que penetra las vías respiratorias, ataca las células y los síntomas se pueden comenzar a sentir incluso siete días después, según explicó a EL TIEMPO Luis Jorge Hernández, experto en salud pública de la Universidad de los Andes.
Esta situación se presenta por la combinación de tres fenómenos que, a la larga, se conjugan sobre la sabana de Bogotá. En primer lugar está esa capa grisácea que amanece sobre el occidente de la ciudad y que carga con ese material particulado.
Según explicó el secretario distrital de Ambiente, Francisco Cruz, como los vientos alisios se debilitaron ese PM 2,5 permanece suspendido en el aire.
Y en tercer lugar están los incendios forestales que se han presentado, por ejemplo, en Fómeque o Quetame, que sumados a las gigantescas quemas para cultivos que se hacen no solo en la región, sino incluso en países vecinos como Venezuela, es lo que termina incrementando la cantidad de partículas.
Para reducir los riesgos de enfermedades asociadas a este fenómeno, la Secretaria de Salud recomienda a las personas que padecen asma que porten su inhalador; a los que tienen diagnósticos respiratorios o cardiacos, limitar la actividad física en espacios públicos y en los sitios cerrados deben hacer ejercicio moderado y tomar pausas.
De otro lado, si se presenta acumulación de polvo en la casa, lo que se debe hacer es limpiar con un trapo humedecido con agua, con el fin de evitar que las partículas se levanten y se dispersen. La idea es minimizar los riesgos y evitar que esas partículas afecten a los ciudadanos.
Otras recomendaciones, dice la Secretaría de Salud, es lavar siempre los utensilios y los alimentos, como frutas y verduras, antes de ser consumidos, limpiar y desinfectar los juguetes de los niños, lavarse las manos con agua y jabón varias veces al día, evitar cambios bruscos de temperatura y consultar al médico si hay dificultad al respirar, tos o fatiga inusual y dolor en el pecho.
El experto de los Andes recomienda que los adultos mayores limiten su salida a los espacios públicos. También, que los ciclistas utilicen tapabocas N95, que los niños de los colegios salgan a descanso a las 11 de la mañana o a las 3 de la tarde, que es cuando bajan los niveles, pero que no hagan actividades físicas como deportes o correr.
El llamado que hace el Distrito también va para los conductores de camiones de carga. Piden que cuando estén en los semáforos no aceleren y que apaguen el motor del vehículo cuando estén descargando o desayunando. También se espera que los propietarios de vehículos particulares reduzcan su uso, compartan los viajes y en la medida de lo posible, que se transporten en medios alternativos.
De la mano de la Corporación Autónoma Regional (CAR), la Secretaría Distrital de Ambiente anunció que se van a intensificar los operativos para el cierre de fábricas y el sellamiento de chimeneas que sobrepasen los niveles de contaminación.