Sábado, 23 de Noviembre del 2024 
Las explícitas descripciones, señaló ‘The Guardian‘, de Londres, podrían desencadenar una crisis en aquellos que se sintieran tocados o enfermos con esta demostración incontestable de que Michael Jackson era un pedófilo, como lo calificó ‘US Weekly‘; “un demonio, un fino predador, un monstruo”, según lo anotó ‘Hollywood Elsewhere‘, por su parte.
“Podría ser la peor caída en desgracia en la historia del show business”, pronosticó el ‘Daily Mail‘, tabloide inglés para el cual, a raíz de estas revelaciones, el ídolo ya no será recordado con reverencia sino con asco.
La historia de los crímenes sexuales de Jackson contra menores ha tejido uno de los escándalos más sensacionales de las últimas décadas en el mundo del espectáculo.
No obstante, no eran pocos los que le concedían el beneficio de la duda hasta antes de que la nueva película, del director Dan Reed, llegara con evidencias que no dejan duda de su culpabilidad, según la opinión casi unánime.
Wade Robson, uno de los que habla, fue un niño prodigio de la danza, con una febril admiración por Jackson. Lo imitaba en el escenario, forró las paredes de su cuarto con sus pósteres y tanta devoción se vio recompensada cuando lo conoció, gracias a un concurso en su natal Australia, a los 5 años.
A James, Michael le enseñó a masturbarse y le pedía que lo hicieran juntos para fortalecer un vínculo que él mismo describe como una “relación sexual de pareja”
En 1990 cumplió 7 y Jackson lo invitó a la famosa finca Neverland, en California, donde los abusos comenzaron y se prolongaron por los siguientes siete años, una vez que el artista se ofreció a ser su mentor y el pequeño se mudó definitivamente a ese estado con su madre, Joy Robson.
Esta última, encandilada con las atenciones del cantante más famoso de la época, una leyenda viviente, no detectó lo que le hacía a su hijo, muchas veces bajo el mismo techo.
Wade, bailarín en varios videos musicales de Jackson, relata que este lo introdujo en la pornografía. “Cada vez que estábamos juntos me abrazaba, me besaba en la boca y nos hacíamos sexo oral”, agregó. También lo acusa de haberlo violado, masturbarse mientras lo contemplaba desnudo en posiciones obscenas y otras prácticas.
Michael le lavó el cerebro a Wade para que callara. “Dios nos juntó”, le declaraba, y le advertía que la gente era ignorante: “No entenderían nuestro amor”. De igual modo, le inculcó que todas las mujeres eran malévolas, incluida su madre, y lo atemorizó con que ambos terminarían en la cárcel si abría la boca.
El rey del pop les decía a sus víctimas que Dios los había unido, pero que la gente era ignorante y no entendería “nuestro amor”
Por esa época, Robson conoció a James Safechuck, otro niño que bailaba con Jackson y quien ofrece el otro testimonio que hace tan escalofriante el documental, similar al de Wade. Entró en contacto con Jackson cuando actuó a su lado en un comercial de Pepsi y también lo visitaba en Neverland.
Allí, Michael le enseñó a masturbarse y le pedía que lo hicieran juntos para fortalecer un vínculo que el mismo James describe como una “relación sexual de pareja” que duró diez años.
El cantante ideó códigos y gestos para indicarle que quería sexo, el cual se denominaba “mostrar el amor” en su lenguaje privado. James refiere los trucos de los que se valía su victimario para no ser descubierto, como instalar armarios secretos en Neverland y abusar allí de él y otros niños.
Además, colocaba el aviso de “no molestar” cuando se encerraba con James en una habitación; instaló campanillas chinas en las puertas, para que los alertaran sobre posibles intrusos y le enseñó a vestirse rápidamente, en caso de que alguien se acercara.
Wade y James, hoy casados y con hijos, coinciden en que Michael los desechó por otros pequeños cuando llegaron a la pubertad.
Después de ese documental, Michael Jackson ya no será recordado con reverencia, sino con asco, dijo el Daily Mail
Pero cuando fue denunciado por acosar sexualmente al niño Jordan Chandler, volvió a ponerles atención y los entrenó para que no se les escapara un detalle que lo incriminara, si los interrogaban.
En 2005, los dos declararon en favor del ídolo en el juicio que se le siguió por conducta sexual inapropiada con el menor Gavin Arvizo. Hoy, alegan que mintieron y callaron su violación por miedo a que el artista los matara.
Jackson falleció en 2009 y años más tarde ambos entablaron demandas en las que reclamaban hasta 1500 millones de dólares por daños y perjuicios, pero sus casos fueron desestimados. De todos modos, creen que nada los compensará por las secuelas que les dejaron estas experiencias.
Wade confiesa que solo hace seis años se convenció de que fue incorrecta la conducta de Jackson y por eso sufrió un colapso nervioso. Para colmo, su padre se suicidó, al parecer atormentado tras saber lo que su hijo padeció.
James, de igual modo, entró en depresión y ansiedad. “Yo no creo que el tiempo cure este sufrimiento, el cual solo empeora”.
El director Reed aclaró que corroboró lo dicho por Robson y Safechuck, quienes recibieron una clamorosa ovación de pie en Sundance, por su coraje.
Ello no fue del agrado de los fanáticos que protestaron frente al teatro Egyptian, y mucho menos de la familia Jackson, que desmiente el documental y denuncia que responde a un plan para hacer dinero con la honra de quien ya no puede defenderse
