Sábado, 23 de Noviembre del 2024
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Tres de cada 100 desempleados son migrantes que provienen de Venezuela

Publicado el 30/03/19

La migración venezolana es uno de los temas que más impacto está teniendo en la economía colombiana, al punto que el Gobierno hasta recibió la venia para flexibilizar la regla fiscal para atender la emergencia. Ya no se trata solo de crear políticas de asistencia en necesidades básicas, como la salud, sino que también es necesario crear políticas de empleo, ya que 3% de los desempleados son migrantes del país vecino, y de acuerdo con las cifras presentadas por el director del Dane, Juan Daniel Oviedo, están consiguiendo empleo más fácil que los colombianos.

Los datos de desempleo en febrero no fueron satisfactorios. La cifra mensual quedó en 11,8%, un punto porcentual por encima de hace un año, y aún cuando se miran los datos desestacionalizados, la cifra de desempleo supera el 10%. Raúl Ávila, profesor de la Universidad Nacional, explicó que la Ley de Financiamiento del año pasado ha hecho que los empresarios sean más recatados en este inicio de año en la contracción de personal.

Alejandro Torres, profesor del departamento de economía de la Eafit, explicó que hay tres elementos para este comportamiento: un factor estacional, asociado al proceso de ajuste que generalmente se da en el mercado laboral a inicios de año; un tema más estructural, relacionado con el bajo crecimiento de la economía; y el tercer elemento está relacionado con el fenómeno migratorio venezolano.

Precisamente, cuando se aplica el filtro de si la persona encuestada vivía en Venezuela hace 12 meses, el director del Dane explicó que la tasa de desempleo superó 18%, mientras que la de los nacionales apenas llegó a 9,7%. Sin embargo, en el trimestre anterior, la cifra del desempleo de los migrantes superaba 20%, mientras que la de los nacionales era de 9,3%.

“En el trimestre diciembre-febrero, dijimos que había 198.000 personas que se ocuparon, de las cuales 144.000 vivían en Venezuela hace 12 meses, es decir que el mercado laboral está absorbiendo adecuadamente ese flujo migratorio, pero tenemos que ver los mecanismos para que esa absorción no cree problemas para la población nacional. Cuando decíamos que 310.000 personas habían entrado a la desocupación, 260.000 son nacionales”, explicó Oviedo.

Eso quiere decir que solo 14% de los nuevos desocupados son migrantes, mientras que 78% de los nuevos puestos de trabajo creados en el trimestre fueron ocupados por esta población. Adicionalmente, el director del Dane explicó que en la franja entre 25 y 54 años se concentra la mayoría de los más de 600.000 migrantes registrados el año pasado, y que el nivel educativo de buena parte de esta población es de educación media, lo que les está permitiendo conseguir trabajos en buenas condiciones, en locales fijos, oficinas y fábricas. A pesar de eso, llamó la atención el hecho de que más de medio millón de esas personas dijo no tener ninguna afiliación a salud, lo que la hace altamente vulnerable.

Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, señaló que uno de los retos más grandes está en la informalidad y las dificultades para los trabajadores más aptos, ya que “la mano de obra no calificada que no aspira a formalizarse y es la que encuentra posibilidades en nuestro territorio”, y añadió que “si no establecemos una reglamentación clara que facilite el ingreso de la mano de obra en Colombia calificada, esta se va y la no calificada se queda; lo que hace que el Estado colombiano pierda la posibilidad de que las personas más productivas tributen, apoyen y generen lógicas de desarrollo en el país”.

En el comportamiento del desempleo por ciudades, curiosamente, el desempeño de las zonas más expuestas a la migración venezolana es dispar. Aunque Cúcuta y Riohacha están entre las cinco ciudades con peor desempleo, mientras la capital de Norte de Santander tuvo una caída en el indicador de 18,7% en el trimestre diciembre-febrero de 2018 a 17,7% en el mismo periodo de este año; para la capital de La Guajira hubo un incremento de casi dos puntos porcentuales en la tasa de desempleo, al pasar de 15,3% en 2018 a 17,1% en 2019.

La ciudad con el desempleo más elevado fue Quibdó, con 20,3% y un crecimiento de cuatro puntos porcentuales frente al mismo periodo del año anterior; seguida por Armenia, con un desempleo de 18,4% y un aumento de dos puntos frente a 2018. El tercer lugar fue para Cúcuta; el cuarto para Ibagué, que presentó una tasa de desocupación de 17,3% (+2,4 pp), y el quinto puesto es para Riohacha.

Del otro lado, las ciudades con las mejores tasas de desempleo fueron Barranquilla, con 7,8% e igual dato que en el mismo trimestre móvil del año pasado; seguida por Cartagena, cuya desocupación bajó 0,1 puntos porcentuales a 8%; Pereira, que estaba en dos dígitos el año pasado y bajó a 8,8%; Pasto, que redujo de 10,7% a 10% su tasa de paro y Santa Marta, que subió de 8,5% a 10,1%. En todas estas capitales, sin embargo, la tasa de participación es inferior al promedio nacional (65,4%).

Finalmente, en la capital del país la tasa de desempleo subió 1,2 puntos porcentuales a 12,9%; en Medellín la cifra quedó intacta en 12,8%, mientras que en Cali subió 0,3 puntos porcentuales a 12,9%.

La construcción fue el sector que más creció 
De acuerdo con los datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), la construcción fue el sector que más creció en personal ocupado, con una variación de 6,6%; seguido del de servicios comunales, sociales y personales, que aumentó sus puestos de trabajo en 3,6%; y el de otras ramas (Explotación de minas y canteras; suministro de electricidad, gas y agua; e intermediación financiera), que aumentó en 2,9%. Sin embargo, estos fueron los únicos tres sectores que crecieron, ya que los otros cinco presentaron variaciones negativas.



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