Sábado, 23 de Noviembre del 2024 
La rutina de la ocupación se interrumpe de tiempo en tiempo con imágenes insólitas. Un fotógrafo palestino captó el jueves el incidente en el que el estudiante de 15 años Osama Hajarja recibió al menos un disparo de soldados israelíes mientras se encontraba detenido, maniatado y con los ojos vendados, durante una protesta. El adolescente palestino, que resultó herido en la ingle cerca de Belén (Cisjordania), fue evacuado a un centro sanitario tras varios forcejeos entre los manifestantes y las tropas, que llegaron apuntar con sus armas a quienes acudían en su auxilio. Las Fuerzas Armadas de Israel han abierto una investigación interna para aclarar las causas de un incidente en el que los militares abrieron fuego cuando un muchacho trataba de huir pese a estar reducido.
De no haber sido por la cámara de Mohammad Hmeid, el balazo de Osama habría quedado en el anonimato de las informaciones de las agencias locales palestinas, que dan cuenta de la violencia en los territorios ocupados por Israel desde 1967. Sus imágenes han irrumpido en los medios de comunicación israelíes tras el primer fin de semana de la Pascua judía. El adolescente había sido detenido el jueves por participar en una protesta en Cisjordania, donde un grupo de manifestantes arrojó piedras a vehículos con matrícula israelí de los colonos del asentamiento de Tekoa, al sureste de Belén, a su paso por la colindante localidad palestina de Tuqu. Las imágenes muestran el instante en el que el chico trata de escapar a la carrera –las manos atadas a la espalda, los ojos cubiertos por una pieza de tela– mientras los soldados emprenden la persecución.
La oficina del portavoz del Ejército ha informado a la prensa hebrea de que “el lanzamiento de piedras puso en peligro la vida de civiles (israelíes) y de los soldados, quienes respondieron con medios antidisturbios y arrestaron a un manifestante”. “Tras su detención, emprendió la huida y los miembros del pelotón iniciaron una persecución durante la cual recibió un disparo en la parte inferior del cuerpo. Los soldados le prestaron de inmediato los primeros auxilios. El incidente será investigado”, concluía la información castrense.
Un vídeo que recoge momentos posteriores al disparo muestra a militares de una unidad de élite de comandos, uno de los cuales porta un fusil de francotirador, que se enfrentan a los palestinos que acuden a auxiliar al adolescente herido. En la grabación también se observa a un oficial israelí que trata de taponar la sangre que mana de la pierna del muchacho con la ayuda de mujeres palestinas. Poco después, un soldado apunta con su arma a un hombre palestino que intenta aproximarse al lugar donde yace Osama, mientras amenaza en hebreo: “Al primero que se acerque le pego un tiro”.
Tras varios forcejeos, en los que los militares se resisten a entregar al muchacho, varios civiles palestinos lograron hacerse con el herido para trasladarlo hasta una clínica de Beit Jala, población aneja a Belén. Un testigo citado por el diario Haaretz, aseguró que los manifestantes lanzaron piedras y gritaron a los soldados para que permitieran la evacuación del joven. “Tenía una herida muy grave en una pierna”, recuerda la misma fuente. El Ejército sostiene que la evacuación se produjo de forma “conjunta”.
El joven palestino declaró este lunes a la agencia France Presse que había recibido dos tiros, el primero cuando todavía se encontraba bajo custodia de los militares. “Estaba intentando cambiar de posición porque me habían colocado sobre un arbusto espinoso cuando me dispararon en la pierna derecha”, relató desde el centro sanitario de Beit Jala donde se recupera de las dos intervenciones quirúrgicas que le han practicado. “Eché a correr hacia los palestinos para pedir ayuda, y entonces fue cuando me dispararon en la parte izquierda de la cadera”, precisa el momento en el que se desplomó herido después de haber dado la espalda a los soldados israelíes.
