Para los más de 1.000 habitantes de la vereda Portachuelo, una zona recóndita y poco frecuentada en el área rural del municipio de Rosas, en el centro del Cauca, el alud de tierra que en la madrugada de este domingo sepultó casas y dejó sin vida a 19 personas era una tragedia anunciada.
Pero no solo porque Jesús Eduardo Díaz, alcalde de Rosas, había hecho una advertencia hace un año sobre los riesgos de derrumbes en esta zona y en otras del área rural de la localidad caucana, sino porque la comunidad de esta región fue afectada en años anteriores por deslizamientos.
Por ejemplo, entre 2010 y 2011, las familias damnificadas por la ola invernal fueron censadas por el Gobierno Nacional y muchas de ellas todavía esperan la vivienda prometida en una obra que, según pobladores de Rosas, quedó a media marcha de construcción y debía estar lista en el segundo semestre del 2018.
Además, la Personería de Rosas sostuvo que no se han cumplido las promesas a otros campesinos damnificados de hace 19 años de construirles nuevas viviendas en la vereda La Violeta, que sería una zona más segura. El caso fue puesto en conocimiento de la Procuraduría General de la Nación.
El mandatario de Rosas, que lamentó cómo de la tierra, aquella de donde brotan el plátano, el café y la caña para la subsistencia de estos caucanos, eran sacados los 17 cadáveres, declaró la calamidad pública, con miras a recibir recursos del Gobierno para atender esta emergencia, que también deja al menos 13 desaparecidos. Según el capitán del cuerpo de Bomberos de Popayán, Jaime López, se rescataron los cuerpos de tres menores, además de siete mujeres y siete hombres.
En la mañana de este lunes fue rescatado el cuerpo de una menor de edad y otra persona, con lo que la cifra de decesos por este alud llegó a 19.
El campesino Roberto Rojas dijo este domingo que la emergencia en Portachuelo ocurrió a eso de las 3 de mañana. Agregó que escuchó un fuerte ruido proveniente de la montaña y luego se vino la borrasca que arrasó con ocho viviendas. Organismos de socorro buscan en el barro a por lo menos diez personas más desaparecidas.
Otros campesinos de Portachuelo señalaron que tienen miedo de un nuevo derrumbe, pero dijeron que no tienen a dónde ir y no han escuchado alternativas sólidas y posibles del Estado, pues muchas de las familias viven de la agricultura y tendrían que pensar en trasladarse a otra zona de la misma área rural para llevar sus animales.
“El problema viene desde hace años. Por aquí pasa la falla Romeral. Desde el 2010 y 2011, debido a la ola invernal que hubo, hemos venido capacitando a la comunidad con el tema de desalojar. Es muy difícil trasladar 25 viviendas, pero hicimos trabajos para que tomaran conciencia, además de capacitaciones con la comunidad”, dijo el alcalde Díaz.
Según el mandatario local, hace un año también se declaró la calamidad pública por un tema muy parecido en esta misma zona.
En medio de este panorama de dolor y luto en Rosas, de la tierra también surgió la esperanza, cuando miembros de organismos de socorro rescataron a siete personas con vida. Bomberos de Timbío, La Sierra, Santander de Quilichao y Popayán también atendieron la tragedia.
Asimismo, hay clamor de traslado de familias de la zona rural de El Tambo, municipio vecino de Rosas, que temen que la tragedia también se presente en esta zona, pues allí ya se reportaron deslizamientos, aunque sin afectación en las viviendas.
“Difíciles momentos vivimos en este instante. Organismos de socorro han rescatado algunos cuerpos sin vida y se sigue en la búsqueda de personas”, indicó el gobernador del Cauca, Óscar Rodrigo Campo.
El presidente Iván Duque viajó este domingo en la noche a la zona junto al ministro de Vivienda, Jonathan Malagón; la ministra de Transporte, Ángela Orozco, y el equipo de la Unidad de Gestión del Riesgo para atender a esta situación.
“Hemos establecido, desde esta mañana (este domingo), protocolos de asistencia con la Unidad de Gestión del Riesgo (…). Estamos para darles a las familias no solamente apoyo, sino que sientan la presencia del Estado. Colombia hoy está de luto, pero está unida”, precisó.
Bomberos de Timbío, La Sierra, Santander de Quilichao y Popayán también atendieron la tragedia en Rosas con 19 personas, cuatro caninos, una máquina extintora para apoyo en lavado, una ambulancia médicalizada y tres máquinas de rescate.