En una zonificación de las amenazas a la vegetación de las áreas que se encuentran en proceso de declaratoria de protección en la Orinoquia, se evidenciaron conflictos entre su conservación y las actividades que realiza el ser humano en busca de su subsistencia, además de la construcción de vías y la explotación extractiva.
A esta conclusión llegó Larry Niño Arias, magíster en Geografía de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), quien realizó una investigación en el marco de un convenio establecido entre la Institución y Parques Nacionales Naturales (PNN). El objetivo fue la caracterización biofísica y socioeconómica de áreas en proceso de implementación de la ruta de declaratoria de protección.
““PNN está interesado en la Orinoquia porque esta región tiene poca representatividad en el sistema de parques en Colombia y porque hace alrededor de sesenta años se ha evidenciado un cambio sustancial en el uso del suelo, además de muchos intereses económicos y políticos para darle un uso intensivo y de mayor productividad a su gran superficie”, explicó.
La mayor parte del área se encuentra amenazada alta por influencia del hombre, especialmente las quemas para la renovación de pastizales destinados a la ganadería. En la zona de sabanas y humedales de Arauca, de nuevo la cobertura correspondiente a la vegetación de bajo porte se encuentra amenazada por quemas, en particular de pastizales-matorrales de Axonopus purpusii y Eriosema simplicifolium. la sedentarización de comunidades indígenas y establecimiento de cultivos ilícitos son otros factores que han afectado al territorio.