Brindarles locales de trabajo, alternativas laborales y capacitación en el Sena a los vendedores informales son algunas de las disposiciones de la llamada ‘ley de la empanada’, que fue aprobada por el Congreso de la República.
La norma, de autoría de la bancada del partido Mira, crea una política pública para los vendedores informales, que entre otras medidas garantiza el derecho al trabajo a esta población.
La ley obliga al Gobierno Nacional a realizar un censo de vendedores informales y a los alcaldes se les pide preparar sitios especiales para ubicarlos, pero no puede ser en la periferia.
Brindarles locales de trabajo, alternativas laborales y capacitación en el Sena a los vendedores informales son algunas de las disposiciones de la llamada ‘ley de la empanada’, que fue aprobada por el Congreso de la República.
La norma, de autoría de la bancada del partido Mira, crea una política pública para los vendedores informales, que entre otras medidas garantiza el derecho al trabajo a esta población.
Una de las disposiciones del proyecto es que estos vendedores paguen por el uso del espacio público, esos recursos serían destinados para el propio beneficio del vendedor.
“Eso se destinaría como ahorro para que tenga una vejez digna, una pensión. ¿Cuándo un vendedor informal tendrá una pensión? Esta es una alternativa”, expresó el senador del Mira, Carlos Guevara.
También se busca brindar alternativas de empleo para los vendedores informales y ofrecerles capacitaciones en el Sena y asesoría para el emprendimiento de proyectos