Sábado, 23 de Noviembre del 2024
xb-prime


La oposición a Mauricio Macri advierte al FMI de que si es gobierno renegociará el acuerdo

Publicado el 28/06/19

El peronismo quiere un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Así lo han dejado claro sus dos principales referentes, Alberto Fernández y Roberto Lavagna, ambos precandidatos a presidente en las generales de octubre. Fernández y Lavagna se han reunido este jueves con Alejandro Werner, director del Fondo para el Hemisferio Occidental, para advertirle que, así como están las cosas, son impagables los vencimientos surgidos de los 57.000 millones de dólares que el organismo prestó el año pasado Mauricio Macri.

“Le transmití al FMI nuestra disposición a reformular los acuerdos sin exigirle más esfuerzos a nuestro pueblo”, dijo Fernández, que lidera la lista que tiene a Cristina Fernández de Kirchner como vicepresidenta, en un largo comunicado que difundió a la prensa tras la reunión. Para Lavagna, el ministro de Economía que pilotó la crisis argentina de 2001-2002, “el Fondo sabe perfectamente que Argentina no tiene capacidad de pago”. “En consecuencia”, dijo, “sabe que va a haber una renegociación. Cuanto más rápidamente arranque la economía argentina, menos renegociación va a ser necesaria”.

La relación con el FMI ocupó esta semana buena parte de la agenda electoral Argentina por tres motivos. En los próximos días, una misión técnica que está en Buenos Aires finalizará la cuarta revisión del acuerdo, un paso indispensable para la liberación de unos 5.400 millones de dólares. A eso se sumó la visita de Werner a los dos principales candidatos opositores y el encuentro que Macri y la directora del FMI, Christine Lagarde, han mantenido este jueves en el marco de la cumbre del G20 que se realiza en Osaka, Japón.

La portavoz del Fondo, Camilla Andersen, confirmó el encuentro entre Macri y Lagarde durante una rueda de prensa en Washington en la que también quitó dramatismo a los encuentros con los referentes del peronismo. “Este tipo de reuniones con la oposición se suelen llevar a cabo en diversos países como. por ejemplo, Portugal, Colombia o México”, dijo Andersen, sin mencionar que el monto que el FMI prestó a Argentina es el mayor aporte jamás realizado por el organismo multilateral. La cifra a devolver es lo que más inquieta sobre todo a Fernández, único con posibilidades de vencer a Macri en las elecciones del próximo 27 de octubre.

“En el tiempo que ha transcurrido entre la firma del acuerdo original (junio 2018) y el 30 de mayo de 2019, la Argentina ha recibido del FMI 39.000 millones de dólares. En ese lapso, salieron del sistema financiero 23.160 millones por Formación de Activos Externos de libre disponibilidad y 6.920 millones por salida de inversiones especulativas extranjeras, lo que en total representa una fuga neta de dólares que superan los 30.000 millones”, dijo Fernández. Para el candidato, si Argentina no está en default, es “por esta ficción de que nos presta plata el Fondo para pagar”.

Macri asumió en 2015 con denuncias a la “herencia recibida” del kirchnerismo. Argentina se encontraba en ese momento bajo un régimen de control de cambios producto de una situación de persistente fuga de capitales. El país arrastraba, además, un juicio con tenedores de bonos de deuda que había llevado a Argentina a una situación de default técnico. La dimensión de la crisis no era fácil de medir, porque las cifras de inflación, crecimiento y pobreza habían sido maquilladas por el anterior gobierno. El que siga a Macri se encontrará con una economía en recesión, alta inflación, tasas de interés por las nubes y, sobre todo, una enorme deuda externa con un calendario de vencimientos especialmente oneroso.

Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (Indec), Argentina deberá pagar durante los próximos cinco años 191.257 millones de dólares a los acreedores. La cifra de este año asciende a 68.500 millones de dólares, pero el aporte del FMI asegura a Argentina el dinero suficiente para cumplir con los compromisos. El problema es que el acuerdo vence a fin de año, apenas iniciado el nuevo Gobierno, y para cubrir los 27.700 millones de dólares que vencen en 2020 Argentina deberá recurrir a otras fuentes de financiación. A partir de 2021, el FMI pasará de prestamista neto a acreedor, hasta representar el 88% de todas las obligaciones externas de Argentina en 2023. La oposición teme que, de llegar a la Casa Rosada, el lastre de la herencia recibida sea insostenible.

El FMI no coincide con el pesimismo opositor argentino. Y así se lo hizo saber Lagarde a Macri durante su encuentro en Osaka, donde ratificó el apoyo al plan de ajuste fiscal y restricción monetaria con que el gobierno intenta controlar la inflación y volver al crecimiento. “Estos esfuerzos están comenzando a dar resultados y deberían sentar las bases para el retorno de la confianza y el crecimiento”, dijo Lagarde, en un comunicado.



Comments are closed.