Los servicios de Inteligencia de Estados Unidos aseguran que Irán está detrás de los ataques a la industria del petróleo saudí del pasado sábado, indicaron medios estadounidenses que citan a funcionarios no identificados. Irán lanzó casi una docena de misiles de crucero y más de 20 aviones no tripulados desde su territorio en el ataque, dijo a ABC News un alto funcionario de la Administración Trump. “Fue Irán. Los Huthi están reclamando crédito por algo que no hicieron”, dijo ese mismo funcionario sobre los rebeldes yemeníes que se han atribuido la autoría de los ataques. El Gobierno estadounidense ha publicado fotografías satelitales, aseguró por su parte The New York Times, que muestran lo que los funcionarios afirmaron: que eran al menos 17 puntos de impacto en varias instalaciones saudíes por ataques que procedían del norte o noroeste.
Según este diario, “eso sería compatible con un ataque proveniente del norte del golfo Pérsico, Irán o Irak, y no desde Yemen, donde opera la milicia Huthi respaldada por Irán que se atribuyó la responsabilidad de los ataques”.
Un funcionario citado por el periódico neoyorquino también dijo que “podría haberse utilizado” una “combinación de drones y misiles de crucero”, lo que “indicaría un grado de alcance, precisión y sofisticación que va más allá de la capacidad de los rebeldes Huthi”.
Ya el sábado, el secretario de Estado norteamericano culpó del ataque a Teherán. “Las acusaciones parecen fruto de un compló organizado por algunos servicios secretos para desprestigiar la imagen de un país y preparar el camino para acciones futuras”, denunció el portavoz de Exteriores iraní, Abbas Musavi, que afirmó que son “mentiras sin sentido”.
Los medios sugieren que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya conocía la información de inteligencia cuando este domingo tuiteó que su país está “cargado y listo” para responder al ataque y que, aunque cree saber quién es el “culpable”, está esperando la respuesta de Riad para saber cómo proceder.
“El suministro de petróleo de Arabia Saudí fue atacado. Hay razones para pensar que conocemos el culpable, estamos cargados y listos, pendientes de verificación, pero estamos esperando a oír del reino [Arabia Saudí] quién creen que fue el causante de este ataque, ¡y bajo qué términos procederíamos!”, manifestó Trump en Twitter.
Según ABC News, el alto funcionario dijo que el presidente es plenamente consciente de que Irán es responsable, pero quiere que los saudíes lo reconozcan si quieren la ayuda de Estados Unidos.
A pesar de que los Huthi se responsabilizaron del ataque, el tercero de este tipo que se han atribuido desde mayo, Pompeo dijo este fin de semana en Twitter que no hay pruebas de que los drones salieran de Yemen. Tampoco ofreció ningún respaldo a sus alegaciones más allá de denunciar que el presidente iraní, Hasán Rohaní, y su ministro de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, “pretenden que hacen diplomacia”.
Zarif, un astuto usuario de las redes sociales (a pesar de que la mayoría de ellas están bloqueadas en Irán), no tardó en responderle. “Tras el fracaso de la máxima presión, el secretario Pompeo da un giro hacia la de máximo engaño”, ha tuiteado este domingo. El jefe de la diplomacia iraní ha dicho que “EE UU y sus acólitos están atascados en Yemen” y aseguró que “culpar a Irán no va a poner fin al desastre”.
Mientras tanto, un general de la Guardia Revolucionaria recordaba a Estados Unidos que “sus bases y sus portaviones en un radio de 2.000 kilómetros se encuentran al alcance de los misiles iraníes”. No está claro si las palabras del responsable de la fuerza aérea de ese ejército revolucionario son una mera bravuconada para consumo interno o denotan nerviosismo ante el temor a que Washington esté buscando un pretexto para atacarles.
Trump ya reconoció haber dado la orden de hacerlo (y haberla retirado en el último momento) el pasado junio, después de que la Guardia Revolucionaria echara abajo un dron estadounidense. Las tensiones que se han ido acumulando desde que EE UU abandonó el acuerdo nuclear el año pasado parecieron remitir en las semanas posteriores, pero Washington ha seguido incrementando sus sanciones y Teherán desafiando esa presión con una progresiva retirada de sus compromisos bajo aquel pacto.
A raíz de la mediación francesa durante el último G7, a finales de agosto, Trump expresó su disposición a reunirse con Rohaní durante la Asamblea General de las Naciones Unidas que se inicia el próximo martes. Sin embargo, el presidente iraní ha descartado cualquier cita mientras no se levanten las sanciones. Además, no está claro que cuente para ello con el respaldo del líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, que tiene la última palabra en todos los asuntos de seguridad nacional y política exterior.
Algunos analistas estadounidenses han especulado con que los ataques buscaran cerrar cualquier posibilidad al respecto. “No ayuda”, ha respondido este domingo Kellyanne Conway, asesora de la Casa Blanca, a la cadena Fox. Pero Conway no ha dado por muerta la eventualidad de una cumbre.