Jueves, 17 de Abril del 2025
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Demócratas anunciarán investigación formal para destitución de Trump

Publicado el 24/09/19

La posibilidad de que la Cámara de Representantes de EE. UU. inicie procedimientos de destitución contra el presidente Donald Trump crecieron este martes de manera exponencial.

De acuerdo con varios medios de comunicación en este país, entre ellos CNN y ‘The Washington Post’, la líder de los demócratas en la Cámara, Nancy Pelosi, ya habría llegado a esa determinación y anunciará la activación del mecanismo esta misma tarde.

Eso luego de reunirse este lunes y martes con miembros de su colectividad que, en su gran mayoría, se inclinan en favor del inicio de los procedimientos, después de que el propio Trump reconoció que sí discutió el caso del expresidente Joe Biden, su más probable rival en las elecciones del 2020, durante una conversación en julio pasado con el presidente de Ucrania, Vladimir Zelensky.

En esa conversación, que fue revelada por un informante de la comunidad de inteligencia, a través de una queja que fue considerada por el inspector general de la Dirección Nacional de Inteligencia como “grave, creíble y urgente”, Trump le habría pedido a Zelensky que investigara al exvicepresidente y su supuesta presión para que destituyeran al Fiscal General en ese país.

Trump también confirmó que sí puso freno por casi dos meses al desembolso de más de 250 millones de dólares en ayuda militar que el Congreso había aprobado y que eso sucedió una semana antes de su conversación con el presidente ucraniano.

Los demócratas, y al parecer el mismo Zelensky (según un congresista demócrata que se reunió con el en hace pocos días) creen que Trump suspendió la ayuda para forzar una investigación contra Biden.

De ser cierto lo primero, dicen los rivales de Trump, equivaldría a un claro abuso de poder que justifica el inicio de los procedimientos de destitución.

Para elevar el drama aún más, si es que esto es posible, Trump anunció este martes que este miércoles entregará una transcripción de la llamada con Zelensky que despejará todos las dudas y dejará claro -según el mandatario- que no hizo nada indebido.

Trump alega, además, que sí frenó la entrega de los fondos fue porque quería que los europeos aportaran más recursos a Ucrania y no se dejara a EE. UU. con el peso de toda la factura.

Estos últimos desarrollos podrían frenar la inminente decisión de los demócratas, al menos hasta que se revise la transcripción de la llamada telefónica y se concrete un posible testimonio del informante ante el Congreso, que de momento ha sido bloqueado por la Casa Blanca.

Pero otras fuentes sugieren que la decisión de iniciar los procedimientos ya estaría tomada, pues Trump mismo admitió que discutió el caso de Biden en la conversación y porque no es necesaria una mención directa de que la entrega de los fondos dependían de que se iniciara una investigación contra el expresidente para asumir que esa era la intención del mandatario estadounidense. En caso de darse, esta sería el curso el proceso.

Los “padres fundadores” en EE. UU. concibieron la posibilidad de que algún día un presidente abusaría del poder y crearon un mecanismo que fue incluido en la Constitución (la destitución o ‘impeachment’) para removerlo de su cargo.

Bajo el mecanismo, un mandatario puede ser removido por “traición, soborno, otros crímenes graves y crímenes menores”. Pero los fundadores no establecieron qué crímenes equivaldrían a cada una de estas categorías. Históricamente, no obstante, este procedimiento se ha asociado a casos de corrupción y obstrucción de la justicia.

No es claro cómo sería definida las conducta de Trump en este caso, pero dado que la categoría incluye “crímenes graves o menores” podrían alegar que abuso de su poder para obtener ventajas electorales.

Ningún presidente en la historia de EE. UU,. ha sido destituido a través del mecanismo, que solo se ha usado en tres ocasiones. Richard Nixon antes de que lo destituyeran, mientras Andrew Johnson y Bill Clinton fueron absueltos al final de los procedimientos en su contra.

La Constitución otorga el poder a la Cámara de Representantes para que sea esta la que inicie los procedimientos de destitución y presente los cargos contra el presidente. Esos cargos deben ser aprobados por una votación que requiere la mayoría simple en la Cámara, que está compuesta por 435 miembros.

En este momento los demócratas cuentan con 235 asientos. Es decir, más que suficientes para aprobar los cargos de destitución sin siquiera contar con votos del partido republicano.

El juicio como tal sucede en el Senado, que está compuesto por 100 miembros.
En el procedimientos, los miembros de la Cámara actúan como “Fiscales” mientras los senadores operan como ¨jurado¨ y por lo tanto tienen la última palabra.

Se requieren dos tercios del senado (o 67 votos) para destituir a un presidente.
Dado que en este momento los demócratas solo cuentan con 47 curules resulta muy improbable que la destitución de Trump sea aprobada.

Razón por la cual Pelosi, hasta ahora, había evitado el camino de la destitución, pues teme adentrarse en un proceso que no van a ganar con el riesgo que al final Trump salga fortalecido, gana la reelección y los demócratas terminen perdiendo el control de la misma Cámara.



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