Los investigadores sobre armas químicas de la Organización de Naciones Unidas estudian una serie de denuncias por uso de fósforo blanco por parte de las fuerzas armadas turcas contra la población civil en territorio kurdo de Siria. Según asegura un portavoz de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, esta está «al tanto de la situación y está recabando información sobre el posible uso de armas químicas».
Según el testimonio de varios observadores y periodistas en la zona, Turquía podría haber usado fósforo blanco en la ofensiva que puso entre paréntesis el jueves gracias al alto el fuego negociado por el gobierno de Estados Unidos. El fósforo blanco es legal en combate si se usa como agente incendiario en operaciones militares nocturnas y para crear pantallas de humo durante el día.
Su uso contra la población civil está completamente prohibido, porque provoca quemaduras graves. La organización humanitaria Media Luna Roja Kurda ha denunciado que sus médicos han tratado en un hospital en la ciudad de Al Hasaka, a al menos seis pacientes, tanto uniformados como civiles, que aquejan de quemaduras graves similares a las de aquellos expuestos al fósforo blanco. El diario «The Guardian» fue el primero en informar de las investigaciones de la ONU.
Niega las acusaciones
El servicio informativo kurdo «Rudaw» publicó el jueves la foto de un niño con la cara quemada bajo el titular «los kurdos de Siria acusan a Turquía de usar armas prohibidas contra los civiles». Según la doctora Manal Mohammed, citada en ese informe, las fuerzas armadas turcas usaron el armamento químico en la localidad fronteriza de Ras al Ain. La revista especializada «Foreign Policy» dio credibilidad a esas acusaciones y, tras ver otras imágenes, afirmó que «las fotos de los niños muestran quemaduras horribles provocadas por lo que parece fósforo blanco».
Por su parte, el Gobierno turco ha negado que haya empleado armas químicas prohibidas contra la población civil en Siria. «Turquía no tiene armas químicas en su arsenal, todo el mundo lo sabe», dijo el ministro de Defensa, Hulusi Akar. «La información de la que disponemos es que hay grupos terroristas que quieren usar esas armas para luego culpar al ejército turco», añadió, según recoge la agencia turca Anadolu.
El día 7 de octubre, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, informó a su homólogo estadounidense, Donald Trump, de que iba a invadir territorio kurdo en Siria. La respuesta de Trump fue retirar las fuerzas armadas norteamericanas de Siria, algo que ha indignado al Capitolio, incluida una mayoría de diputados republicanos, que la semana pasada se sumaron a una resolución de condena contra esa decisión. Los kurdos lucharon durante años junto a EE.UU. para derrotar al Estado Islámico.
La semana pasada Trump envió a Ankara a su vicepresidente, Mike Pence, quien el jueves negoció un alto el fuego inmediato por el cual las fuerzas armadas turcas se han replegado a 30 kilómetros de la frontera a la espera de una tregua definitiva. La Casa Blanca se ha comprometido a evacuar a los kurdos de territorio soberano sirio, algo a lo que estos se resisten.
Ayer el presidente Trump dijo que no cree que Turquía esté «actuando mal». «Nunca nos comprometimos a proteger a los kurdos durante el resto de sus vidas. No podemos hacerlo. Tienen que defenderse solos», dijo Trump.