La Unión Europea no decidirá todavía que extensión se le concede al Reino Unido, a la espera de que los propios británicos definan qué quieren hacer en ese periodo de tiempo añadido. La Reunión del Coreper (Comité de Representantes permanentes) acaba de terminar sin haber adoptado una decisión.
El negociador europeo, Michel Barnier, dijo a la salida de la reunión que «todavía no hay acuerdo sobre la duración de la prórroga». El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, es partidario de conceder un aplazamiento de la fecha de desconexión hasta el 31 de enero, pero Francia insiste en que sería inútil sin saber qué quieren hacer los británicos en ese periodo.
Esencialmente, los laboristas no han aclarado si aceptarán la convocatoria de elecciones anticipadas que propone Boris Johnson, lo que a su vez bloquea la decisión de los europeos, que ha de ser tomada por unanimidad de todos los países. Diplomáticos comunitarios, cansados de tanta incertidumbre, empiezan a simpatizar con el lema de Boris Johnson y comentan en privado que «nosotros también queremos que se lleve a cabo el Brexit ya».