Tras la amenaza de abrir las puertas de Turquía para permitir la salida de 3,6 millones de refugiados sirios a Europa, llegó una segunda amenaza: la repatriación de combatientes extranjeros del grupo yihadista Estado Islámico (EI) que permanecen presos en cárceles turcas. El Gobierno de Ankara está molesto con las críticas que la operación militar al norte de Siria, lanzada el 9 de octubre con el objetivo de crear una «zona de seguridad», ha provocado entre los países europeos y por eso vuelve a mover ficha. «Os lo decimos, repatriaremos a estas personas y comenzaremos el lunes», anunció el ministro del Interior turco, Suleyman Soylu, sin especificar qué países serán los primeros en recibir yihadistas y si la medida afecta solo a Europa o también a presos de otros continentes. Soylu aseguró que esta medida se pondrá en marcha aunque las naciones de origen hayan retirado la nacionalidad a los combatientes.
La advertencia del responsable de Interior turco se produjo 24 horas después de que Recep Tayyip Erdogan indicara que en sus cárceles tienen a 1.149 miembros del EI, de los cuales 737 tienen nacionalidad extranjera. Las fuerzas turcas han apresado además a otros 287 yihadistas desde el inicio de su operación al norte de Siria. En las últimas semanas, kurdos y turcos se han acusado mutuamente de liberar a presos del EI que permanecían retenidos en los campos controlados por las milicias kurdas. «Dicen que deben ser juzgados allí donde han sido detenidos, pero supongo que esto debe ser una nueva ley internacional… No es posible aceptarlo. Les enviaremos de vuelta les hayan revocado o no la ciudadanía», insistió Soylu.
Turquía hace suyo de esta forma el discurso del presidente estadounidense, Donald Trump, que también criticó a los países europeos por no hacerse cargo de sus yihadistas y dejarles en el limbo legal de los campos de detención de los kurdos, con los que estados Unidos combatió para acabar con el califato y a los que luego abandonó.
Cumbre cuatripartita
Esta nueva amenaza de Turquía se hizo pública al mismo tiempo que un portavoz de presidencia, Ibrahim Kalin, anunció el acuerdo para la celebración de «una cumbre cuatripartita al margen de la reunión de la OTAN», que tendrá lugar los 3 y 4 de diciembre cerca de Londres. El tema central de esta reunión paralela será Siria y en ella tomarán parte Turquía, Francia, Alemania y el Reino Unido. Erdogan, Emmanuel Macron, Angela Merkel y Boris Johnson tendrán la oportunidad de hablar cara a cara sobre el retorno de los yihadistas o las tensiones generadas por la operación ‘Fuente de Paz’ al norte de Siria.
El líder islamista acusa a los europeos de «ponerse del lado de los terroristas», en referencia a las Unidades de Protección Popular (YPG) kurdas, la milicia dominante en esta parte del Kurdistán y que es el brazo sirio del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Erdogan adelantó que su país «no va a retirarse de Siria hasta que lo hagan el resto de fuerzas extranjeras presentes» y recordó que «compartimos una frontera de 911 kilómetros. Ni Rusia, ni Estados Unidos ni Irán tienen frontera con Siria».