El titular del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Filippo Grandi, ha urgido este miércoles al Gobierno griego a mejorar las condiciones de los campos para migrantes y ha dicho que Europa debe hacer más para proteger a los niños no acompañados. “No podemos aceptar que ellos [los refugiados] vivan en tales condiciones miserables. Las condiciones son un reto y necesitan una mejora urgente”, denunció Grandi después de visitar los campos de la isla de Lesbos.
El nuevo Gobierno griego del primer ministro Kyriakos Mitsotakis, de corte conservador, ha optado por una postura más dura que la de su predecesor, el Ejecutivo del izquierdista Alexis Tsipras, en materia de migración, afirmando que “cerrará la puerta” a aquellas personas que no tengan autorización para quedarse en el país.
Además, ha anunciado planes para cerrar los campos de refugiados, donde miles de personas se encuentran hacinadas, y reemplazarlos por centros de detención que serán utilizados como antesala a la deportación de los solicitantes que no logren el asilo y como sitios para la recepción de las llegadas de migrantes.
En el campo de Moria, en la isla griega de Lesbos, visitado recientemente por EL PAÍS, malviven 15.000 migrantes en unas instalaciones concebidas para 2.800. Tienen que hacer colas de horas para poder ir al baño, para comer, para que les vea un médico y para tramitar sus peticiones de asilo. La mayoría de residentes han llegado de Afganistán, Siria, Irak y Congo.
“Estoy muy preocupado por los niños, especialmente por los niños que viajan solos, son los que más expuestos están a la violencia y a la explotación”, ha dicho Grandi, que se encontrará, según estaba previsto, con el primer ministro Kyriakos durante el día.