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Cómo evitar invasiones y revueltas sociales en propiedad horizontal

Publicado el 02/12/19

Bogotá; D.C. Noviembre de 2019.- La confusión, el pánico y la desinformación se apoderaron el pasado viernes 22 de noviembre de buena parte de los conjuntos residenciales de Bogotá, como respuestas de las movidas sociales gestadas en nombre del llamado a Paro Nacional del día anterior.

Santiago Jiménez, residente de un conjunto ubicado al norte de la capital, tras ver a su esposa e hijos llorar de miedo, ante una supuesta invasión por parte de vándalos, se armó de valor y bajó a acompañar a sus vecinos a resguardar los accesos del conjunto. Un palo de escoba le servía de escudo.

“Yo los vi. Entraron a Tierra Santa”. “Bajen, tenemos que estar juntos, se están metiendo en el conjunto de al lado”, eran algunas de las expresiones que en medio de la incertidumbre gritaban los vecinos de Jiménez. El saldo oficial, cero apartamentos y conjuntos residenciales invadidos esa noche, al menos en el norte de Bogotá.

¿Qué pasó para que desde distintos puntos de la ciudad las personas sintieran estar viviendo la misma situación de peligro, aún y cuando no estaba ocurriendo? Mucha son posibles causas. Varias de las hipótesis culpan al Estado de aplicar la Teoría del Pánico en la ciudadanía, a través de la difusión masiva de imágenes en redes sociales. En otros lugares, al parecer, los vándalos llegaron sólo a asustar. No hubo acciones concretas de invasión y robos masivos.

Lo cierto es que cualquiera que haya sido el origen de tan desesperante situación, es necesario que las comunidades vecinales sepan cómo responder y cuáles son las maneras de prepararse para combatir incidentes de este tipo.

Al respecto, Omar Cortés, gerente de Edifito.co-  empresa especialista en comportamiento de propiedad horizontal- asegura que la desinformación es la causa que detona las convulsiones vecinales internas.  Explica el experto que los residentes tienen que manejar un solo esquema de comunicación liderado por la administración del edificio, quien debe tener información privilegiada y veraz.

“En los eventos presentados el pasado viernes se ve reflejada la manera cómo se crea pánico por falta de comunicación. En varios condominios, donde se presentaron hostigamientos, las empresas de seguridad estaban informadas, pero difundir los mensajes en esas coyunturas es muy difícil por las vías tradicionales. Las carteleras son inútiles en estos casos”.

Cortés asegura que, en momentos de disturbios sociales es necesario actuar a partir de dos vías:

  1. Es necesario e imprescindible que el condominio cuente con un software de gestión que le permita estar comunicado con todos los residentes del lugar. Con Edifito.co la administración puede enviar un mensaje masivo en tiempo real, poniendo en conocimiento de todas las eventualidades del momento, su veracidad y la manera de actuar. Todos tienen que manejar un solo mensaje.
  2. Todos los conjuntos residenciales deben contar con una empresa de seguridad seria, que en casos de emergencias sepan activar las consignas de seguridad adecuadas (llamar a los cuerpos de seguridad, seguir adecuadamente las instrucciones de emergencia, estar alineados con los mensajes del administrador).

Hasta dónde llega la injerencia de los vigilantes

Es necesario que la ciudadanía sepa hasta dónde llega la injerencia de los vigilantes de su conjunto ante hechos vandálicos en masas.

Cortés explica que los celadores- empleados de empresas de seguridad que deben cumplir con una serie de requisitos legales para poder funcionar y ejecutar labores de seguridad- tienen la obligación de velar por la seguridad del conjunto residencial, estableciendo estrategias internas que van desde la custodia y control de acceso en porterías y vigilancia continua alrededor y dentro de los edificios o interiores.

Las empresas de vigilancia ofrecen servicios con o sin armas de fuego. Explica Cortés que la única manera de que un vigilante pueda disparar es que esté en igualdad de condiciones con el atacante. “Sólo si es uno a uno y el vigilante es atacado o amenazado con arma de fuego puede accionar su arma, de lo contrario no.

Continúa explicando que ante situaciones como las presentadas la semana pasada es difícil que un escuadrón de vigilantes logre controlar una multitud. Sí los atacantes llegan al conjunto con palos y armas blancas, los celadores sólo pueden usar su tonfa. Es necesaria, además, la colaboración de la comunidad para apoyar a los vigilantes en la defensa de la propiedad privada. Multitud contra multitud.

Asegura que lo primero que los vigilantes deben hacer es apegarse a sus rutinas de acción legales, llamando inmediatamente a los cuerpos de seguridad y activando las alarmas del conjunto. Posteriormente, dan aviso a la empresa a la que pertenecen, la cual refuerza el apoyo en el caso de ser necesario.

 



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