Un gran tema de fondo: la protección del empleo. El ministro de Trabajo anunció que ningún trabajador podrá ser despedido. Ese es el ideal, ¿pero se podrá sostener en la práctica?
Sin duda, el gran reto posterior al tema de salud será el del empleo. Mucha gente en Colombia, cerca del 50 % en el 2019, trabajó en la informalidad. Pero hay mucha otra gente que trabaja en negocios que por ahora no van a poder operar, y no van a tener forma de mantener el empleo. Nuestro llamado fundamental es que todas las organizaciones empresariales hagan sus mejores esfuerzos para tratar de diseñar estrategias que les permitan tener el mayor número de empleados posibles enganchados.
Es uno de nuestros principales llamados al sector empresarial: hagan todos los esfuerzos posibles por no disminuir empleos. Si no, la cuarentena no va a funcionar, porque la gente tendrá que salir a buscar un modus vivendi. Habrá también compañías, y eso lo tenemos que saber, que no soporten la situación desde el punto de vista financiero y pierdan viabilidad.
Le hemos pedido al Gobierno que nos ayude a aliviar la situación de caja de las compañías relacionadas con el tema del empleo. Que se permita hacer cosas que no se permitirían en situaciones normales. Por ejemplo, utilizar las pensiones y cesantías para que sus empleados puedan eventualmente retirarlas. Que si no hay movilización para ir al trabajo, pues, que no se pague subsidio de transporte. Que se permitan licencias no remuneradas que tengan bonos particulares que permitan a las personas seguir recibiendo ingresos. Tenemos que ser muy creativos.
Me atrevería a decir que este año nos tenemos que olvidar ya todos de generar utilidades y rentabilidades, y concentrarnos en la función social de la empresa
¿Y qué hacer en el universo de los informales?
El papel del Estado será fundamental en darles soporte. Pero nosotros estamos haciendo una convocatoria grande, para que se genere una campaña de solidaridad inmensa, como nunca hemos visto en Colombia, a fin de que podamos apoyar a las personas que no tienen sus ingresos garantizados en este momento.
Ese es el cuarto frente, el de la solidaridad, entre los compromisos del empresariado.
Estamos lanzando un gran paquete de solidaridad que incluye cinco líneas grandes de trabajo. La primera será los bonos de solidaridad Unidos Somos Más País. Serán bonos económicos para que las personas los puedan utilizar en lo que necesiten. Afortunadamente, en Colombia el sistema financiero está funcionando bien, y el de comercio también. Lo que estamos proponiendo son unos bonos solidarios que los colombianos podrán comprar para hacer donaciones a las familias necesitadas que no están recibiendo ingresos. Muy importante el sector de los vendedores ambulantes y de las personas que requieren interacción social para trabajar. Esa es la primera gran línea.
Pues, precisamente estamos haciendo una convocatoria al sector privado, e inclusive a personas naturales, para que asuman uno o más respiradores a su costo y nos permitan distribuirlos en la red hospitalaria. Si una persona decide pagar tres, cuatro respiradores, o medio respirador, que tenga la oportunidad de ofrecérselo al sector salud.
Estamos proponiendo bonos solidarios que los colombianos podrán comprar para hacer donaciones a las familias necesitadas que no están recibiendo ingresos.
Estamos suministrando toda la información para que a través de la Fundación Andi, y con la auditoría de Lloyd’s, que nos donará esa ayuda, se canalicen esos recursos y se vayan destinando a lo que las personas digan. Bonos solidarios o respiradores.
Estamos promoviendo que quienes van a seguir teniendo salario durante los próximos meses donen una parte de él para que no solo las empresas como organización, sino los empleados, podamos solidarizarnos con la población más vulnerable.
En esa campaña hemos decidido apoyar a la Superintendencia de Salud en la dotación de unidades de cuidados intensivos para las entidades que fueron intervenidas por la Superintendencia. Se trata de hospitales presentes en diez municipios: Cartagena, Chiriguaná, Montería, Cereté, Maicao, Tumaco, Villavicencio, Pereira, Ibagué y Sincelejo.
Ellos están pidiendo auxilio. Dicen que tienen esos hospitales, pero que no hay cómo dotarlos en capacidad de cuidados intensivos. Estamos haciendo una convocatoria para empresas con mayor capacidad para que, ya sea en especie o con recursos monetarios, nos acompañen en esta iniciativa.
Pero el compromiso más grande de la clase empresarial colombiana está en el sostenimiento del empleo, hasta donde sea posible…
Así es. Hacemos un firme llamado al empresariado para la defensa del empleo. Hay que entender que algunos no van a poder, pero nos toca hacer un esfuerzo. Incluso me atrevería a decir que este año nos tenemos que olvidar ya todos de generar utilidades y rentabilidades, y concentrarnos en la función social de la empresa, dentro de la cual la generación de empleo es primordial.
Fuente:Eltiempo.