Internet está plagado de noticias sobre el nuevo coronavirus que no necesariamente tienen un sustento científico. Mucha de esta información es difundida también por redes sociales y aplicaciones de mensajería como Facebook y WhatsApp. Ya que la información veraz es tan importante como el aire que respiramos, aquí desmentimos once mitos que se han propagado tan rápido como el virus.
El virus se transmite a través del aire
FALSO. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es poco probable que, en circunstancias normales, haya partículas virales suspendidas en el aire. El contagio a través de este medio solo se produce en circunstancias muy específicas vinculadas al tratamiento médico en los que se genera un efecto aerosol, por ejemplo, en una intubación o en una respiración asistida.
Los remedios caseros pueden curar el coronavirus
FALSO. En internet circula diversa información que asegura que algunos productos caseros como el ajo o el bicarbonato de sodio con limón pueden prevenir y hasta curar el COVID-19. Pero, aunque algunos alimentos tienen propiedades antimicrobianas, no se ha probado que protejan contra el virus que causa el brote actual.
Los mosquitos trasmiten el virus
FALSO. La OMS aclara que no existe información ni pruebas que indiquen que el virus pueda transmitirse por la picadura de un mosquito. El COVID-19 es una enfermedad respiratoria que se propaga principalmente a través del contacto con las gotitas que una persona expulsa al estornudar o toser.
Las frutas y verduras nos protegen de la enfermedad
FALSO. Si bien las frutas y verduras son indispensables para llevar una dieta balanceada e incrementar las defensas del cuerpo, no hay evidencia científica que demuestre que estos alimentos protegen o previenen la infección causada por el virus; por lo tanto, es innecesario aumentar su consumo con esta finalidad.
Las mascarillas evitan el contagio
DEPENDE. La OMS solo aconseja el uso de mascarillas en el caso de estar enfermo, de presentar síntomas de tos o para el personal de salud. Por su parte, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, estarían considerando necesario el uso de máscaras en la vía pública, según reportó.
El calor acaba con el virus
FALSO. Ni las altas temperaturas ni las duchas o bebidas calientes pueden prevenir el contagio de COVID-19. Las pruebas científicas indican que el virus se trasmite en cualquier lugar del planeta. Además, independientemente de la temperatura del ambiente o del agua, la temperatura corporal continuará oscilando de 36,5 °C a 37 °C.
Las vacunas contra la neumonía nos protegen de COVID-19
FALSO. Las vacunas contra la neumonía no protegen contra el nuevo coronavirus. Hasta la fecha no existen medicamentos ni vacunas para prevenir ni tratar el COVID-19. No obstante, aunque las vacunas contra la neumonía no son eficaces contra este virus, es muy conveniente vacunarse contra las enfermedades respiratorias para mantener una buena salud.
El coronavirus fue creado por el hombre
FALSO. En internet aparecieron teorías que afirmaban que el nuevo coronavirus fue creado en un laboratorio. Sin embargo, una investigación del Departamento de Inmunología y Microbiología de EE.UU. junto a varias universidades demostró, tras un análisis comparativo de datos genómicos del virus, que este “no se deriva de ningún esqueleto de virus usado previamente”.
Ya existe una cura para el COVID-19
FALSO. Aún no existe una cura. Actualmente, la OMS investiga cuatro tratamientos para pacientes de COVID-19: el remdesivir; el lopinavir en combinación con el ritonavir; el Ritonavir con lopinavir e interferon-bet; y el hiproxicloroquino. Este último ya fue autorizado en Estados Unidos por la FDA para comenzar a usarse en pacientes graves. Perú también ha aprobado su uso en este tipo de pacientes.
El nuevo coronavirus no afecta a los jóvenes
FALSO. Personas de todas las edades pueden contagiarse con COVID-19. Sin embargo, se ha observado que los mayores y los que padecen algunas enfermedades crónicas (como hipertensión arterial, asma, diabetes o cardiopatías) tienen más probabilidades de enfermarse gravemente cuando adquieren la infección.
El virus puede contagiarse a través del papel
FALSO. La evidencia científica sugiere que las superficies porosas, como la del papel, están a salvo del virus. Hasta la fecha no hay ningún caso reportado de transmisión a través de un periódico, una revista impresa o una carta. Asimismo, la posibilidad de que una persona se infecte por manipular un producto comercial es muy baja, ha dicho la OMS.