“Podemos hacer posible más cosas de lo que nos habíamos atrevido a esperar hace poco”, indicó el vicecanciller, Werner Kogler, explicando que la buena evolución de los datos epidemiológicos permite ese reinicio de la actividad cultural.
El calendario presentado hoy prevé que ya el día 29 puedan celebrarse eventos tanto al aire libre como en espacios cerrados con un máximo de 100 espectadores, un límite que subirá a 250 a partir del 1 de julio, una fecha cuando abrirán también los cines.
Los espectadores deberán respetar una distancia de seguridad de un metro. A partir del 1 de agosto se permitirán actos con 500 espectadores y, bajo especiales medidas de seguridad, incluso con aforos de 1.000 personas. Ese calendario permite, en principio, que el Festival de Salzburgo, una de las citas más importantes de la música clásica y la ópera, pueda celebrar al menos parcialmente sus cien años de historia.
El Festival iba a celebrarse entre el 18 de julio y el 30 de agosto. Los museos pueden abrir desde hoy en Austria, aunque grandes galerías como Albertina de Viena, el Leopoldmuseum y el Museo de Historia del Arte de Viena no lo harán hasta la semana que viene.
El anuncio del calendario para retomar la actividad cultural con público llega horas después de que haya dimitido la secretaria de Estado de Cultura de Austria, Ulrike Lunacek, debido justo a las críticas del sector por la falta de perspectivas para la reapertura.
Lunacek, del partido Los Verdes, argumentó su marcha en que durante los últimos días se ha dado cuenta de que “la insatisfacción y la decepción de muchos en el sector del arte y la cultura no se ha reducido, al contrario”.
Lunacek es la primera baja política de la crisis del coronavirus en Austria, donde el Gobierno está formado por el Partido Popular austríaco y Los Verdes. En Austria, un país de 8,8 millones de habitantes, se han detectado 16.000 casos, con 628 fallecimientos por COVID-19.