La pandemia del covid-19 tuvo un efecto más agudo sobre la economía colombiana de lo que se pronosticaba en el primer trimestre del año.
Así lo confirmó el Dane ayer cuando reportó que el PIB anual del periodo enero – marzo de 2020 había crecido 1,1%. Cifra que, pese a ser positiva, se redujo en 180 puntos básicos respecto al mismo lapso de 2019, y estuvo por debajo de los diagnósticos promedio dados por los centros de investigación económica, los gremios e incluso, de la previsión oficial del Banco de la República, puesto que, en general, los cálculos rondaban un alza de 2%.
Y pese al resultado positivo año contra año, se concluyó que la actividad productiva cayó al terreno negativo al comparar las cifras intertrimestrales de enero-marzo de 2020, con las de octubre – diciembre de 2019.
En concreto, según la tasa de crecimiento intertrimestral de los dos periodos consecutivos dada por el Dane, se registró una variación de -2,4%.
Esto se tradujo en que la economía dejó de percibir $5,31 billones en el primer trimestre de este año, pues mientras en el trimestre octubre-diciembre de 2019 el PIB ascendíó a $222,87 billones, entre enero y marzo de 2020, la cifra llegó apenas a $217,5 billones.
“Es importante revisar las cifras descestacionalizadas por el efecto calendario. Aún sabiendo que en Colombia es difícil compararlas porque la actividad económica del último trimestre tienda a aumentar por el consumo de los hogares en Navidad; son un termómetro de lo que le está pasando a la economía. Y en esta coyuntura considero que es válido hacer la comparación entre finales de 2019 e inicio de 2020”, señaló José Ignacio López, director de investigaciones económicas de Corficolombiana.
En esta medición intertrimestral ajustada por estacionalidad, la construcción se redujo -11,4%; las industrias manufactureras, -4,5%; actividades artísticas, -3,9%; minas y canteras, -2,4% y la administración pública, defensa, salud y educación, -1,9%.
Este desempeño entre trimestres fue calificado como “una situación muy preocupante” por el presidente de la Andi, Bruce Mac Master.
“Crecimiento de 1,1% para la economía, es una señal que, junto con la reducción observada en la ocupación a marzo, nos deben llevar a seguir trabajando por priorizar la reactivación económica”
Ahora bien, al revisar la variación anual, del primer trimestre de 2019 y 2020, la construcción (-9,2%), explotación de minas y canteras (-3%), y las actividades artísticas y de entretenimiento (-3,2%) fueron los tres sectores que más contribuyeron a la marcada desaceleración que experimentó el PIB.
De acuerdo con Juan Daniel Oviedo, director del Dane, “ solo estos tres sectores explican, en su conjunto, una caída de -0,9%, casi un punto porcentual, de la actividad económica entre enero y marzo de 2020”.
En concreto, la construcción que ya venía presentando números negativos, pues en el primer trimestre de 2019 registró una variación de -2%, en el primer trimestre de 2020 cayó a -9,2%. Esto estuvo empujado por una fuerte contracción en el renglón de construcción de edificaciones que pasó de -8,6% en enero-marzo de 2019 a -16,5% en ese lapso de 2020.
“Esto tiene que ver con la parálisis de obras por la cuarentena de la última semana de marzo, pero no fue solo eso, pues hay una problemática en las edificaciones que prevalece desde 2019 y es la acumulación de inventarios de inmuebles de estratos 4, 5 y 6”, dijo Oviedo.
De acuerdo con Camacol, esta reducción alcanza a recoger lo evidenciado al mes de marzo en términos de actividad, “donde se presentó una reducción de -22% en el área que inició construcción y un aumento muy significativo equivalente a 23% en área paralizada”.
En explotación de minas y canteras la variación fue de -3%. El comportamiento se explica por el crecimiento negativo de la extracción de piedra y carbón. La producción de este último cayó de 18,5 millones de toneladas a 16,9 millones de toneladas.
Además, la extracción de petróleo varió -0,8%, lo que también estuvo explicado por una disminución en la producción. “Pasamos de producir 80,2 millones de barriles en el primer trimestre de 2019 a 79,4 millones de barriles en el mismo periodo de 2020”, puntualizó Oviedo.
Esto, además, tuvo un efecto sobre el comercio exterior, “el cual se deterioró notablemente en el primer trimestre, tanto en las exportaciones (-6,1%) como en las importaciones (-2,5%). Las ventas externas fueron presionadas a la baja porla menor exportación de café y petróleo, y la caída en el ingreso de turistas extranjeros, cuyo gasto en el país se cuenta como exportación de servicios”, señaló en un análisis Bbva Research.
En cuanto a las actividades artísticas y de entretenimiento, que cayeron a -3,2%, se observa un cambio drástico de tendencia, pues entre enero y marzo de 2019 habían subido 4,2%. Sin lugar a dudas aquí se evidenció un efecto del covid-19, pues, incluso antes de la cuarentena, los cines, por ejemplo, empezaron a cerrar.
En contraste, agricultura, ganadería, caza y pesca fue el sector que más creció, con una variación anual de 6,8% y una contribución positiva de 50 puntos básicos al PIB. En este balance, la protagonista fue la venta de arroz, plátano, huevos y carne de cerdo.
Jorge Bedoya, presidente de la SAC dijo sobre el resultado que “este comportamiento no solo resalta la importancia estratégica que tiene el campo para la economía, sino la resiliencia de los compatriotas que se dedican a la producción de alimentos”.
Otro sector que contribuyó con 50 puntos básicos al crecimiento del PIB fue el de administración pública, educación y salud, el cual registró un incremento anual de 3,4%. En este caso, el renglón de atención a la salud creció 4,4%, lo cual está directamente relacionado con la gestión estatal para atender la pandemia.
Cabe aclarar que pese a ser el segundo sector que más contribuyó positivamente al PIB, ese desempeño fue menos significativo que en el primer trimestre de 2019, cuando creció 4,9%.
En tercer lugar de contribución positiva estuvo el suministro de electricidad y gas, que creció 3,4% anual. “Detrás de esto hay un incremento de 4,8% en electricidad, pues se generó 5,8% más. Y hay que resaltar que esto se dio mientras los embalses registraron una ocupación de 44,1%”, dijo Oviedo.
El comercio, que había sido ganador el año pasado, tuvo un alza de 0,9% y se prevé que a junio se verá una caída significativa por el confinamiento.
A nivel general el desempeño del PIB anual está explicado por una reducción en 170 puntos básicos del crecimiento del valor agregado, el cual pasó de subir 2,8% en el primer trimestre de 2019, a 1,1% en 2020.
Además, el rubro de impuestos sobre subvenciones en los productos, que se refiere a los impuestos indirectos, pasó de 3,4% entre enero y marzo de 2019 a 1,2% en el mismo lapso de 2020.
Pese a todo, en el primer trimestre el consumo creció 3,7%, pero la formación bruta de capital que en el primer trimestre de 2019 aumentó 8,8%, este año cayó a -4,9%.
Sin pandemia el PIB habría crecido 4,1%
Según el Índice de Seguimiento a la Economía, en enero y febrero esta había crecido 3,3% pero en marzo cayó a -4,9%, lo cual, según Luis Fernado Mejía, director de Fedesarrollo, es alarmante, teniendo en cuenta que la cuarentena solamente tomó seis días de marzo. Por su parte, Oviedo en un ejercicio pedagógico, destacó que si la economía se hubiese paralizado al 100% durante la última semana de marzo, el crecimiento habría sido -3,91%; si hubiese sido al 50%, habría crecido 0,1% y “si nada hubiese pasado, el crecimiento hubiese sido 4,1%”, concluyó.