Las autoridades del estado federado alemán de Renania del Norte-Westfalia han ordenado el cierre parcial de la vida pública por una semana para los distrito de las ciudades de Gütersloh y Warendorf, en el que se ha registrado un rebrote de coronavirus con 1.553 casos confirmados en torno a un matadero.
“Con el fin de proteger a la población, ahora estamos lanzando un nuevo paquete de seguridad para combatir eficazmente la propagación del virus”, dijo el martes el ministro de salud de Renania del Norte-Westfalia, Karl-Josef Laumann, ordenando el cierre del distrito de Warendorf, donde viven unas 270 mil personas.
Las autoridades habían anunciado anteriormente medidas similares en el distrito vecino de Guetersloh después de que más de 1.500 trabajadores dieron positivo por COVID-19 en el matadero.
“Vamos a reordenar un confinamiento en el conjunto del cantón de Gütersloh”, en el oeste del país, donde viven 360.000 personas, dijo a la prensa el dirigente de la región de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet.
Armin Laschet dijo que “desde el punto de vista de las cifras” en principio la medida sería innecesaria, ya que más allá del rebrote en la empresa cárnica Tönnies, el número de contagiados en el distrito afectado es de 24.
“Eso nos permitiría decir que el foco está localizado, pero vamos a dar un paso más y ordenar el cierre de la vida pública para el distrito de Gütersloh”, con el objetivo de “calmar” y “obtener claridad” sobre la situación general.
La idea es poder determinar en esta semana con la realización de test masivos hasta qué punto se puede haber extendido el coronavirus entre la población, precisó.
Parte de los afectados son trabajadores procedentes de Rumanía y Bulgaria, a los que Laschet garantizó una “atención cuidadosa”, atendiendo a las dificultades que suponen su situación de cuarentena, lejos de sus familias.
Agregó que se trata del primer distrito afectado por la reintroducción de medidas restrictivas desde que estás comenzaran a levantase gradualmente en Alemania a lo largo del mes de mayo, lo que supone un regreso a la situación de varias semanas atrás.
“Sabemos que en el distrito el número de contagios no ha aumentado y aún así exigimos de la gente que acepte el cierre de la vida pública”, dijo, y aseguró que se trata de una “medida temporal” y “profiláctica” que estará vigente una semana y podrá levantarse si la situación lo permite.
No obstante, advirtió, las medidas restrictivas también podrán prolongarse si se considera necesario.
Agregó que ahí donde las cifras aumentan y existe una amenaza, hay que actuar con decisión y regresar a las medidas introducidas en marzo para contener la pandemia, al tiempo que subrayó la necesidad de hacer lo posible por que este rebrote no se extienda más allá del distrito afectado.
A raíz del brote de Tönnies se ordenó ya la semana pasada el cierre de guarderías y colegios.
Las autoridades llaman a la prudencia
Ante el nuevo brote local de coronavirus, que ha disparado el factor de reproducción de la COVID-19 a valores por encima del 2,03, las autoridades alemanas llamaron hoy a reforzar la prudencia.
“Hay que observar la máxima prudencia, el virus sigue ahí y tiene un alto potencial de reproducción, como hemos visto en los casos locales mencionados”, explicó el director del Instituto Robert Koch (RKI), Lothar Wieler, al presentar las últimas cifras.
En buena parte del país no ha habido apenas nuevas infecciones y en algunos distritos incluso ninguna, destacó Wieler. Además de Gütersloh, se registraron brotes en un bloque de viviendas de Gotinga (centro) o de un barrio de Berlín evidencian el riesgo de contagios.
El número de contagios verificados, de acuerdo con las cifras del RKI, competente en la materia en el país, es de 190.862, lo que supone un aumento de 503 respecto al día anterior. El número de víctimas mortales subió a 8.895, mientras que el de pacientes recuperados está en 175.700.
Estos brotes locales han hecho aumentar el factor de reproducción del 1,3 de finales de la semana pasada a los 2,3 o hasta 2,7.
Por el momento, las autoridades alemanas han descartado que puedan decretarse restricciones masivas a escala de todo el país.
Wieler destacó, por otro lado, el éxito que está teniendo la aplicación para teléfonos inteligentes lanzada la semana pasada por el RKI, que permite a los usuarios rastrear los contactos con casos confirmados de coronavirus, y que lleva ya más de 12 millones de descargas.