La Dirección Especializada contra el Narcotráfico de la Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional, con apoyo de Agentes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), dieron dos golpes contra las bandas dedicadas al narcotráfico en el país.
En un primer caso, en zona selvática del municipio de Tumaco (Nariño), fue desplegado un operativo que permitió ubicar e inmovilizar un avión ultraliviano que estaría listo para despegar desde una pista clandestina hacia Centroamérica.
Fueron decomisados 7 bultos de tamaño medio con paquetes de cocaína. En total se incautaron 160 kilos del alcaloide y un tanque plástico con varios galones de gasolina.
La Fiscalía dice que las personas que estarían preparando el ultraliviano para el vuelo, ante la presencia de las autoridades, habrían huido del lugar y abandonado la aeronave.
Mientras tanto, en cercanías a la isla Ají, en jurisdicción marítima de Buenaventura (Valle del Cauca), se produjo la interceptación de una lancha langostera que transportaba 1.326 kilos de marihuana y 150 kilos de cocaína.
En tareas de patrullaje y vigilancia en el mar, los buques de la Armada Nacional ARC Nariño y ARC Punta Soldado ubicaron una embarcación con dos motores fuera de borda que se movilizaba hacia aguas internacionales.
Ante la negativa de los ocupantes a la señal de alto, se inició la persecución e interceptación. Tras tomar control de la embarcación fue descubierto el alijo de droga. A bordo fueron retenidas seis personas, cinco de ellas nacidas en Costa Rica.
La embarcación y la droga quedaron en custodia de un fiscal de la Dirección Especializada contra el Narcotráfico. Las seis personas fueron presentadas por el Fiscal de conocimiento del caso ante un juez de garantías en Buenaventura por el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes. Los imputados fueron cobijados con la medida de aseguramiento privativa de la libertad en centro carcelario.
La decisión del juez cobija a cinco ciudadanos costarricenses y uno colombiano.
Según la investigación, en la langostera había 18 canecas de cerca de mil galones de gasolina, lo que permitiría transportar el estupefaciente hasta Centroamérica sin escalas en tierra firme. La embarcación tampoco contaba con licencias de navegación en Colombia ni una matrícula que permitiera conocer su origen.
CALI