El Partido Comunista de China adoptó el 11 de noviembre una “resolución” sobre sus 100 años de historia, donde los “errores” se mencionan para ser olvidados, y sobre todo se destaca la importancia de la “nueva era” que lidera el presidente Xi Jinping.
Líder indiscutible del país más poblado del mundo, xi encabezó la plenaria de cuatro días de unos 350 miembros del Comité Central del partido que gobierna China, tras lo cual el poderoso comité, el “Parlamento” del PCC, aprobó el mencionado documento titulado “Grandes Logros y Experiencia Histórica de la Centenaria Lucha del Partido”, el tercero de su tipo aprobado en el siglo de historia de dicha colectividad política.
El comunicado final publicado por la agencia oficial de prensa Xinhua pidió defender “la visión correcta de la historia del partido” y agrega que el PCC “ha escrito la más magnífica épica en los miles de años de historia de la nación china”.
En un país donde la historia es utilizada tradicionalmente para legitimar el poder, Xi ha aprovechado esta resolución para presentarse como heredero incuestionable del régimen.
Desde su llegada al poder en 2012, “el socialismo chino ha entrado en una nueva era”, afirma el comunicado.
El “pensamiento” del hombre fuerte de Pekín “es la quintaesencia de la cultura y el alma chinas”, continúa el texto, que llama “a todo el partido, todo el ejército y gente de todos los grupos étnicos, a unirse alrededor del Comité Central con el camarada Xi Jinping como su eje”.
Las dos anteriores resoluciones fueron la que impulsó Mao Zedong en 1945, cuando asumió el liderazgo del partido y la de Den Xiaoping en 1981, tras eliminar a los herederos de Mao, fallecido en 1976.
El nuevo texto, de 36.000 ideogramas, fue publicado el martes pasado. Aquí sus principales argumentos.
Los “errores” de Mao
Mao Zedong estuvo en el poder en China desde la fundación de la república comunista en 1949 hasta su muerte en 1976.
A fines de los años cincuenta, Mao Zedong impulsó una política de industrialización forzada llamada del “gran salto adelante” que sumió al país en una hambruna.
Combinada con la colectivización de la tierra, esta política provocó la muerte de 30 a 70 millones de chinos, según diversos estudios publicados en el exterior.
La nueva historia del PCC ignora la hambruna y se limita a mencionar los “errores como la campaña por el ‘gran salto adelante’ y el movimiento por la creación de las comunas populares”.
Marginado tras el fracaso de la política económica, Mao retomó la ofensiva en 1966 con la “Revolución Cultural” contra el aparato del PCC que duraría hasta su muerte.
La Revolución Cultura fue “una catástrofe para el país y el pueblo, y crearon un caos interno que duró diez años, lo cual causó al Partido, al país y al pueblo los reveses y pérdidas más graves desde la fundación de la Nueva China”, afirma el nuevo texto de historia.
“El camarada Mao Zedong hizo una estimación totalmente errónea de la situación nacional de las clases y de la situación política del Partido y el país”, resume el documento.
En 1981, la resolución precedente iba más lejos en la denuncia del maoísmo, afirmando que el Gran Timonel, como la prensa oficial llamaba a Mao, tenía un balance “negativo de 30%”.
El texto denunciaba especialmente el culto de la personalidad que rodeaba a Mao, una mención que no figura en la resolución de 2021.
La matanza de Tiananmén
La represión de manifestantes en la plaza Tiananmén de Pekín en 1989, tema tabú en la China de 2021, se menciona pero sin hablar de las víctimas.
“A caballo de la primavera y el verano de 1989, el macroclima internacional y el microclima nacional creados por el apoyo y la instigación de las fuerzas hostiles internacionales anticomunistas y antisocialistas ocasionaron graves disturbios políticos en nuestro país”, resume el nuevo texto.
“Apoyándose en el pueblo, el Partido y el Gobierno combatieron la agitación con una postura claramente definida y lograron salvaguardar el poder estatal socialista y defender los intereses fundamentales del pueblo”, afirma.
La represión en la noche del 3 al 4 de junio de 1989 dejó centenas, incluso más de un millar de muertos, según diferentes estimaciones.
La “Nueva Era”
Aunque está en el poder desde hace sólo nueve años, Xin Jinping monopoliza dos tercios de un texto que cubre un siglo de historia.
Su nombre es mencionado 22 veces, más que el de Mao que figura 18 veces.
Deng Xiaoping, arquitecto de las reformas que convirtieron a China en la segunda potencia económica mundial, es mencionado solamente seis veces.
Los predecesores de Xi Jinping aún vivos, Hu Jintao y Jiang Zemin, son citados sólo una vez cada uno.
El actual líder aparece como el principal heredero de Mao, al frente de un país que aspira a convertirse en la primera potencia mundial.
Xi Jinping está en el “núcleo” del PCC y el “pensamiento de Xi Jinping” tiene “un significado decisivo para el desarrollo de la causa del Partido” y “el impulso del proceso histórico de la gran revitalización de la nación china”, afirma la resolución.
Esta flamante legitimidad histórica, refuerza el proyecto de Xi Jinping de sucederse a sí mismo al frente del Partido, y por lo tanto del país, en el congreso de 2022.
Taiwán
Tras la toma del poder por los comunistas en China, los nacionalistas se replegaron a la isla de Taiwán donde fundaron un estado autónomo del continente.
Desde siempre, China se reserva el derecho de recurrir a la fuerza para recuperar la isla.
Tras la retrocesión de Hong Kong en 1997 y Macao en 1999, Taiwán es a los ojos del régimen la última pieza que falta en la “reunificación” del país.
Sobre Taiwán, la resolución señala que el camarada Xi Jinping formuló “la estrategia general del Partido para resolver dicha cuestión en la nueva era” pero no habla de plazos para lograr el objetivo.
“Tanto las oportunidades para reunificar por completo nuestra patria como la tendencia conducente a ello están y estarán siempre de nuestro lado”, afirma la resolución.
Bajo esa óptica y con su socialismo para una China que crece a pasos agigantados, Xi Jinping da otro agigantado paso para convertirse en el líder más poderoso del gigante asiático desde Mao y que se reafirmará en el XX Congreso del PCC del 2022, un año que será clave a nivel interno como global por las circunstancias políticas y económicas marcadas por la pandemia del coronavirus.
Fortalecido por el abierto espaldarazo partidario, Xi Jinping una intensa actividad diplomática: su participación en la cumbre virtual del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico organizada por Nueva Zelanda y un encuentro telemático con el presidente estadounidense Joe Biden.
En la primera advirtió también de tensiones de la época de la Guerra Fría en la región del Asia-Pacífico al señalar que “los intentos de trazar barreras ideológicas o formar pequeños círculos en base a la geopolítica están condenados al fracaso”, mientras que en la segunda reiteró las ‘líneas rojas’ en la relación con Estados Unidos.
Fuente: El Nuevo Siglo.