En la pasada Feria Internacional del Medio Ambiente, FIMA 2021, tuvo lugar el Primer Encuentro Empresarial Ambiental, organizado por la Corporación Ambiental Empresarial (CAEM), en el que una de las cuatro áreas temáticas que ocuparon su agenda fue la de la Gestión Ambiental Urbana. Para ello se contó con diferentes expertos internacionales que aportaron los avances en esta materia a nivel mundial.
La Gestión Ambiental Urbana es un tema que debería estar entre las prioridades ambientales de nuestro país, en la medida en que el 75 % de la población colombiana se localiza en espacios urbanos, porcentaje con tendencia a incrementarse en los próximos años. Su importancia radica en que está directamente relacionada con la calidad de vida en las áreas urbanas, buscando específicamente una buena calidad de aire, la protección y adecuado manejo del recurso hídrico, el paisaje, la biodiversidad urbana y, en definitiva, una coexistencia armónica entre el desarrollo urbano y la naturaleza.
Los debates sobre conservación de la naturaleza, derivados de enfoques desarrollados para entornos rurales y trasladados a espacios urbanos, sin mediar un análisis científico que incluya aspectos tan importantes como el hábitat humano en grandes aglomeraciones urbanas, resultan desviándose a conclusiones excluyentes, acogidas por posiciones radicales ajenas al interés común, que niegan la posibilidad de encontrar alternativas compatibles con esos dos propósitos tan importantes: de una parte, la necesidad de generar hábitat para los habitantes urbanos, y de otra, gestionar entornos naturales modificados que cumplen algunas funciones ecológicas.
El presidente de la Sociedad de Ecología Urbana (SURE, por sus siglas en Inglés), en el marco del Primer Encuentro Empresarial Ambiental, señaló los siguientes puntos:
-Siempre hay un lugar para la naturaleza. La conservación de la naturaleza urbana no significa conservar algunos pequeños restos de naturaleza en la periferia urbana. Significa conservar, ampliar y gestionar la naturaleza en todo el entorno urbano donde viven los habitantes de las ciudades y actuar para que puedan beneficiarse de la naturaleza y adaptarse al cambio climático.
-Las administraciones urbanas, los jardines botánicos y las comunidades de vecinos pueden cooperar para que esta fuerza sea un éxito. Necesitamos definitivamente más naturaleza en las ciudades, plantar árboles donde sea posible y desarrollar un contacto estrecho, la comprensión y el apoyo de la gente para la gestión y la protección de la naturaleza urbana”.
Es importante reconocer la importancia funcional que tienen los espacios naturales “construidos o adaptados” a espacios urbanos. Pretender contar con espacios naturales prístinos o regenerados a su estado original, no solo es una quimera, sino que desconoce la importancia de generar bienestar a los ciudadanos, principio elemental de toda sociedad.
En este mismo evento, se tuvo la oportunidad de analizar y conocer por parte de expertos y responsables de la administración distrital, como la Secretaria Distrital de Ambiente, Carolina Urrutia, y la Secretaria Distrital del Hábitat, Nadya Rangel, al proyecto Lagos de Torca como un ejemplo de planeamiento urbano que toma en consideración de manera integral los elementos naturales existentes en el área a desarrollar.
Lagos de Torca es un proyecto de expansión urbana ubicado al norte de Bogotá, que tiene como objetivo restaurar las funciones y servicios ecosistémicos de la zona, además de garantizar un desarrollo ordenado y planificado del sector. Entendiendo que el Ecourbanismo es un ejemplo de gestión ambiental Urbana, este se realizaría a partir de la estructura ecológica ppal. Entre dichas intervenciones se destaca la recuperación de nueve quebradas provenientes de los cerros orientales, las cuales, en su gran mayoría, han sido desviadas o en otros casos rellenadas, alterando sus servicios ecosistémicos. Igual situación se presenta con el humedal Torca-Guaymaral, el cual pasará de 34 a 75 hectáreas.
Estas acciones permitirán restablecer la conectividad ecosistémica desde los cerros orientales hasta el río Bogotá, generando, a su vez, un espacio adecuado para proteger y conservar especies de flora y fauna que se han visto afectadas por el desarrollo desordenado del sector.
Adicionalmente, el proyecto plantará más de 95 mil árboles de especies nativas y construirá el Parque Metropolitano Guaymaral, que contará con 1’500.000 metros cuadrados de espacio público en donde se constituirán espacios de recreación activa y pasiva con el fin de que los ciudadanos puedan estar en contacto con los espacios verdes que ofrece la ciudad. En este sentido, Lagos de Torca permitiría que, por primera vez, se puedan generar espacios sostenibles y de integración con la naturaleza dentro de Bogotá.
Así, pues, el proyecto del norte de Bogotá garantiza no solo la conservación, ampliación y gestión oportuna de los servicios ecosistémicos, sino que busca que los habitantes de la ciudad puedan beneficiarse de estos. Es así como esta nueva apuesta de ciudad demuestra que el urbanismo y el cuidado del medio ambiente pueden ir de la mano y que la protección de la biodiversidad urbana es fundamental en la construcción de nuevos desarrollos. Es por esto que Lagos de Torca es uno de los modelos innovadores de ciudad que concilia el desarrollo con la protección del hábitat, en donde se gestiona la naturaleza en espacios urbanos y se promueve su conservación.
Fuente: El Espectador.