El próximo martes comenzará a sesionar nuevamente el Concejo de Bogotá con una plenaria en la que serán seleccionadas las comisiones de Gobierno, Plan y Hacienda.
Tras un cierre de año turbulento, que estuvo marcado no solo por las peleas y las agresiones derivadas del infructuoso trámite que se le buscó dar tanto al Plan de Ordenamiento Territorial (POT) como al Presupuesto distrital para la vigencia del 2022, sino también por la renuncia de seis concejales, incluido el excandidato a la Alcaldía Carlos Fernando Galán, son varios los retos que tiene la corporación por delante.
Aunque en 2022 no hay proyectos de ciudad que por cronograma deban ser aprobados en el Concejo, tales como el Plan Distrital de Desarrollo en el primer año de gobierno o el POT en el 2021, el que se tiene por delante no es un año fácil.
Bogotá atraviesa un problema grave de inseguridad, la movilidad es una queja generalizada, hay una crisis social y se estará ejecutando una buena cantidad de obras de hondo calado que demandarán una lupa rigurosa a su avance. Adicionalmente, está la reglamentación del Plan de Ordenamiento Territorial y la pandemia sigue siendo una realidad. Con ese escenario en mente, ¿cuáles son los grandes retos del Concejo en este nuevo año?
Sin lugar a dudas, desde que el análisis y la votación del Plan de Ordenamiento Territorial se comenzó a enredar, cortesía de las recusaciones, los impedimentos y las tutelas de las que fue sujeto y que el Concejo de Bogotá tuvo la obligación de tramitar, se hizo clara la necesidad de modificar el reglamento de esta corporación, para que no sea tan vulnerable a solicitudes radicadas, incluso desde el anonimato.
Fueron varios los concejales que desde el año pasado se refirieron a esta necesidad, e incluso el nuevo presidente del Concejo, en entrevista con el NUEVO SIGLO un día después de su nombramiento, advirtió que esa sería su prioridad durante el primer trimestre de este año, y en efecto ya está avanzando en la materialización de dicha meta, pues desde mañana, día uno, el cabildo comenzará a adelantar este trámite.
“Lo primero que tenemos que hacer en el Concejo, lo más vital y prioritario que tenemos que adelantar, es modificar nuestro reglamento. Ese es el punto de honor que esperamos materializar en el primer trimestre del año. Mañana martes tendremos la primera reunión de voceros, en donde voy a presentar un boceto de lo que hemos hecho dentro del equipo con los demás miembros de la Mesa Directiva, y en donde vamos a plantear las modificaciones”, advirtió a EL NUEVO SIGLO el presidente de esta corporación, el concejal del Partido Liberal Samir Abisambra.
Una meta que paralelamente comparten tanto la Alcaldía Mayor de Bogotá como el Concejo Distrital es la de sanear las relaciones que hay entre ambas entidades.
Si bien es cierto que a lo largo de los últimos dos años de la Administración López ha habido altibajos y cortocircuitos, casi siempre cuando se ha discutido un proyecto importante de ciudad como el Cupo de Endeudamiento y el Plan Marshall en el 2020, sin lugar a dudas la discusión del Plan de Ordenamiento Territorial fue algo así como la gota que rebosó el vaso.
Para nadie es un secreto que la interacción entre el secretario saliente y el cabildo distrital, que ya era de por sí complicadas, se vio aún más golpeada luego de que se le vencieran los tiempos a los proyectos del POT y al presupuesto general para la vigencia de este año, y que por consiguiente tuvieron que ser emitidos por decreto.
Y podría decirse que, si bien desde que se discutió el Rescate Social varios concejales manifestaron su incomodidad porque el secretario se estaba inmiscuyendo de más en los asuntos de la corporación, el punto de quiebre con el secretario se dio transcurridos algunos meses, cuando Gómez anunció, desde las instancias del mismo cabildo, que denunciaría al concejal de la Alianza Verde Martín Rivera por injuria y calumnia.
Por lo mismo, no es exageración decir que el 2021 concluyó con las relaciones prácticamente acabadas, y de ahí que la Alcaldía Mayor diera el primer paso el pasado jueves, cuando sustituyó al secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, por Felipe Jiménez Ángel, cambio que varios concejales de oposición vieron con buenos ojos.
“Felipe Jiménez puede dar mejores resultados como secretario de Gobierno, es un tipo discreto, inteligente y de la absoluta confianza de Claudia López. Me sorprende que Luis Ernesto Gómez, después de tantos errores, siga en el gobierno Distrital”, indicó el concejal del Polo Carlos Carrillo.
También la cabildante de la coalición Colombia Humana-UP-MAIS, Heidy Sánchez, se refirió al respecto. “Saludo el cambio de la Secretaría de Gobierno, deseando a Felipe Jiménez éxitos en la labor que inicia y un cambio en las relaciones con el Concejo de Bogotá. Espero que las acciones temerarias y de irrespeto contra la corporación y sus cabildantes no vuelvan a repetirse”, indicó el día del anuncio la concejal Sánchez.
El concejal Abisambra fue claro a este respecto: “Las relaciones no son las mejores, están bastante rotas y el cambio que ha hecho la alcaldesa Claudia López creo que ayudará a bajarle la temperatura al ambiente”, le dijo a este medio el presidente de la corporación. La concejal verde Lucía Bastidas, por su parte, indicó que si bien el cambio es positivo, también es necesario que “el gobierno escuche el control político que le hace el Concejo”.
Bastidas le adelantó a este Medio que el viernes “el nuevo secretario ya llamó a varios concejales tratando de hacer la tarea”.
Un tercer reto para el Concejo de Bogotá “debe ser el de hacer control político real a los temas graves de ciudad tales como la seguridad, la movilidad, el atraso en las obras y la ejecución de las mismas, el cupo de endeudamiento que no tiene un avance positivo y el deterioro generalizado en el que se encuentra la ciudad”, le dijo a este medio la concejal Bastidas.
Añadió que también será muy necesario “revisar con lupa todos los entuertos que se vienen adelante con la reglamentación del Plan de Ordenamiento Territorial por decreto”, aludiendo a que ese es un trámite que se avecina altamente problemático.
En esto coincidió por completo la concejal de la coalición Colombia Humana-UP-MAIS, Susana Muhamad, quien dijo que en este 2022 “sin duda el control político sobre la implementación del POT, sobre el caos de la movilidad, sobre la situación de seguridad, sobre el seguimiento a la pandemia que sigue siendo incierto y sobre la situación socioeconómica será clave, así como la capacidad del gobierno distrital de responder a estos retos”, le dijo a EL NUEVO SIGLO la cabildante.
Por último, la concejal Muhamad llamó la atención sobre un cuarto aspecto que deberá primar en la agenda este 2021: la transparencia en el marco de los comicios de este año. “Estaremos en un proceso electoral y será imperativo que el Concejo controle políticamente la transparencia del gobierno en el proceso electoral de este año”, finalizó diciendo.
De hecho, otros cabildantes coincidieron en que deben estar vigilantes para que la Alcaldía, que tiene un claro respaldo partidista en la coalición Centro Esperanza, se mantenga al margen de la actividad proselitista.
Incluso, algunos recordaron la polémica que ocasionó uno de los trinos de la Mandataria distrital el pasado 29 de noviembre, en el que escribió: “Hay centro. Hay esperanza. Hay futuro”, un mensaje que acompañó con la imagen de un árbol de Navidad.
Fuente: El Nuevo Siglo.