Lo que las autoridades departamentales anticipaban en medio del cuarto pico, empezó a ocurrir: los contagios masivos del personal salud en hospitales comienza a ser un obstáculo para la prestación de los servicios.
Once hospitales de Antioquia tienen cerrados servicios esenciales por brotes entre su personal. Gómez Plata, Caicedo, Guadalupe, Betania y Caramanta suspendieron las consultas externas. Por su parte, en San Jerónimo no tienen quién atienda emergencias en ambulancia y en Heliconia y Giraldo la vacunación quedó suspendida.
Betulia y Támesis tienen clausurados los laboratorios clínicos y en San Vicente Ferrer no prestan servicio de hospitalización.
El gobernador encargado, Luis Fernando Suárez, señaló que es una situación que contemplaban y que exige revisar las garantías al personal salud.
“El personal de la salud que se contagia debe aislarse y eso limita la capacidad de los servicios de urgencias y de atención en las UCI, allí sin duda hay que mejorar las medidas de bioseguridad y de protección del personal salud”, aseguró.
Sobre este tema, la secretaria de Salud, Lina Bustamante, se había pronunciado la semana pasada anticipando que la reducción del tiempo de aislamiento del personal contagiado, tal como lo ordenó el Gobierno Nacional para toda la población, ayudaría a mitigar los impactos y trastornos causados a los servicios de salud, pensando, sobre todo, en tener talento humano suficiente para operar las camas UCI en caso de tener que hacer ampliación en la capacidad del departamento. Por ahora, no se ha tenido que cerrar camas UCI por falta de personal.
Fuente: El Colombiano.