Ante la polémica desatada por unas declaraciones contra la exsenadora y actual candidata al Congreso por el Pacto Histórico, Piedad Córdoba, varios integrantes del partido Centro Democrático pidieron a las autoridades que abran una investigación al expresidente y Nobel de Paz, Juan Manuel Santos, por la presunta omisión de sus funciones durante su mandato.
Uno de ellos fue el senador Santiago Valencia, quien en medio de su recorrido por el municipio de Cota (Cundinamarca) anunció que denunciará al exmandatario ante la Comisión Legal de Investigación y Acusaciones de la Cámara de Representantes por los presuntos delitos comunes de indignidad y mala conducta, en los que pudo haber incurrido durante su etapa como mandatario nacional sobre las investigaciones al exjefe guerrillero Raúl Reyes, quien fue abatido en 2008 en un operativo de las Fuerzas Militares.
Según el congresista, Santos “sabía lo que había en los computadores de Raúl Reyes de la Farc-política y para poderle alcahuetear a su amigos de Venezuela, Cuba y las Farc, decidió mirar para un lado y obviar las pruebas”.
Desde el encuentro en el que participaba, junto al candidato presidencial Óscar Iván Zuluaga, Valencia reiteró que la acción de Santos se trató “más que de un acto de cobardía, es un acto de complacencia y complicidad con los narcoterroristas de las Farc y con el régimen de Maduro, y es un acto contrario a la democracia y a los intereses del pueblo colombiano”.
Explicó que “eso lo demuestra lo que ha dicho Íngrid Betancourt, que el expresidente Santos le hizo comentarios sobre la supuesta participación de ‘Teodora’ en su liberación, o en la fallida liberación por causas políticas”.
El Senador afirmó que estará atento para que se priorice la investigación al expresidente Santos en el Congreso, antes de que culmine el periodo legislativo en el mes de junio del año en curso.
Pulla de Uribe
De igual manera, el líder natural de la colectividad, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, a través de su cuenta de Twitter reveló un documento en el que acusó al también exministro de Defensa de ignorar un informe que contenía información confidencial sobre los computadores que le fueron incautados al exjefe de las Farc, ‘Raúl Reyes’, quien fue abatido por las Fuerzas Militares en 2008.
En ese documento se detallan unas declaraciones por parte de la excanciller María Ángela Holguín, funcionaria del anterior mandatario, en el año 2011, donde habla de “pasar la página” sobre los conflictos con la nación de Venezuela, por lo que decidieron no comentar sobre dicha información que contenían los dispositivos incautados por el exguerrillero.
“Conversé con el canciller (venezolano Nicolás) Maduro sobre la salida del informe y coincidimos en que pasamos la página. Yo creo que esta nueva relación, este nuevo acercamiento que hemos tenido con Venezuela, igual con Ecuador, hace que tengamos que pasar la página y mirar hacia delante”, se lee en dicho documento con las declaraciones de la exfuncionaria.
Según el expresidente Uribe, estas declaraciones se dieron tras “la presentación del informe del IISS -Instituto Británico – que validó los computadores-, es decir, habla de pasar la página con relación a las computadoras”.
“Santos ignoró el informe sobre los computadores para complacer a Chávez. Impunidad también para Correa, Cepeda y Piedad”, escribió el exmandatario en su cuenta de Twitter.
Ante estas nuevas declaraciones, el expresidente Santos no se ha pronunciado al respecto. De hecho, el último pronunciamiento del Nobel de Paz hacia el líder del Centro Democrático fue en diciembre del año anterior, donde le solicitó dar un mejor manejo a las discrepancias, y no con agresiones hacia su persona.
“Expresidente Uribe: el país entero está hasta la coronilla e indignado por las peleas entre los expresidentes y, en particular, Uribe vs. Santos. Como lo he dicho, seguir peleando con usted no me interesa. A nadie le interesa. Por eso muy ocasionalmente le respondo. La estrategia política de pelear conmigo ya no le funciona”, se lee en la misiva.
Además, Santos recomendó que “tal vez nuestras diferencias son demasiado profundas, pero sí tenemos la obligación como expresidentes de no agredirnos y, más bien, dar ejemplo de esa moderación y prudencia que tanto pregonaba (George) Washington”.
Fuente: El Nuevo Siglo.