Lunes, 28 de Abril del 2025
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Sabaneta negocia zona verde para que se construyan edificios

Publicado el 24/02/22

La inminente venta de cuatro lotes con un área de 12.801 metros cuadrados, cuya destinación fue cambiada de zona verde a área urbanizable, tiene en el ojo del debate a la Alcaldía y el Concejo de Sabaneta, el municipio más pequeño de Colombia y en el que se duplicó su población en los últimos 10 años por el desbordado crecimiento urbanístico.

Tras una polémica discusión marcada por un cruce de señalamientos entre la oposición y la coalición de gobierno, el pasado 14 de febrero el alcalde Santiago Montoya Montoya obtuvo por tercera vez consecutiva facultades extraordinarias para vender un total de 10 terrenos, incluyendo esos cuatro mencionados, que están avaluados en al menos $21.089 millones, según datos de diciembre del año pasado.

Mientras el gobierno local argumenta que con los recursos de esa venta busca financiar la ampliación del parque principal, la oposición cuestiona con suspicacia que dentro de los lotes a enajenar hayan quedado incluidos los terrenos que un plan parcial había cedido para zonas verdes y espacio público y que ahora podrán ser usados para vivienda.

Las claves de la polémica

Para comprender la discusión hay que remontarse al 22 de diciembre de 2020, cuando el Concejo aprobó un acuerdo municipal en el que autorizó por primera vez al alcalde para vender esos diez lotes por un plazo inicial de seis meses.

Ubicados en barrios como Entreamigos, Los Arias, Betania, Nuestra Señora de los Dolores y el Plan Parcial Caminos de la Romera, los terrenos tuvieron el permiso para ser enajenados bajo la condición de que sus recursos fueran empleados para la compra de nuevos predios destinados al mejoramiento del espacio público.

Dentro de ese conjunto, la joya de la corona la constituyen cuatro terrenos incluidos en dicho Plan Parcial, ubicado un par de cuadras al sur de la casa de la cultura La Barquereña. Según se lee en el decreto que reguló ese desarrollo, compuesto por 503.606 metros cuadrados, un 15% de esa área debía guardarse para zonas verdes y espacio público.

Aunque esos cuatro lotes, identificados con las matrículas 001-975649, 001-975124, 001-975640 y 001-1038263, se habían cedido para ese último objeto, luego de la aprobación del acuerdo de 2020 la destinación de estos pasó de “uso público” a “bien fiscal del municipio”.

Daniel Márquez Gómez, uno de los concejales que se opuso al proyecto, dijo que ese cambio abrió la puerta para que dichos terrenos puedan ser utilizados para nuevos proyectos inmobiliarios, en una zona de ladera que ya está llena de edificios. Este cambio quedó consignado en sus avalúos comerciales más recientes, elaborados por la firma AVALbienes, con fecha del 29 de diciembre de 2021.

Pese a que esa autorización ya había quedado consumada, la dificultad de la Alcaldía para realizar la venta hizo que regresara al Concejo en junio de 2021 para extender el plazo de las facultades por medio año más.

Tras el vencimiento de ese plazo, en el que tampoco pudieron venderse los terrenos, la Alcaldía volvió al Concejo para pedir un plazo adicional, logrando el visto bueno de esa corporación para seguir con la venta hasta diciembre de 2023, tal como quedó estipulado en el Acuerdo 1 del 14 de febrero de 2022.

“No tengo elementos para decir que haya algo ilegal, pero en una ciudad con un déficit tan alto de espacio público me parece inaudito que una zona destinada para ese objeto pueda volverse urbanizable”, cuestionó Márquez.

¿Qué responde la Alcaldía?

Al ser cuestionado al respecto, el secretario de Planeación, Javier Humberto Vega Meza, admitió que bajo la denominación aprobada en 2020 los cuatro lotes del Plan Parcial Caminos de la Romera quedará habilitados para que puedan desarrollarse todo tipo de proyectos inmobiliarios.

Frente a la pregunta del porqué se había efectuado esa transformación, teniendo en cuenta el déficit de espacio público, el funcionario sostuvo que dicha responsabilidad no se le puede trasladar a la alcaldía, porque el cambio fue efectuado por el Concejo. No obstante, la iniciativa ha sido de la Alcaldía.

Vega consideró que el cambio no irá en detrimento del espacio público, dado que los recursos de esas zonas verdes serán usados para comprar los predios que se necesitan para ampliar el parque principal que, a su juicio, al estar ubicado en la zona central, prevalece sobre el espacio público en la ladera.

“La efectividad del espacio público no está hacia la ladera, sino hacia la parte urbana en donde está más concentrada la población”, planteó Vega.

Fuente: El Colombiano.



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